He aquí la cuestión: para aplicar el maquillaje en polvos, ¿es mejor la borla o la brocha? Mi pregunta va más allá porque existen varios tipos de brochas para aplicar. ¿Cuál elegir? El secreto está en la cantidad que deseas que se pegue en la piel.
De nuevo es nuestra fiel lectora Lizzie la que me ha dado la idea cuando comentó en el post de la borla de Deliplus (no tengo tiempo de responder a todas pero lo leo todo, todo y todo). Ella no utiliza borla sino brocha.
La utilidad de los polvos en maquillaje es un juego de belleza en el que hay que saber qué se quiere ganar. Los premios son: cobertura, uniformidad, sólo matificar ...
Los distintos accesorios aplican de forma distinta el producto:
Más o menos cantidad de polvo.
Con un nivel de más o menos adherencia a la piel.
Cuando nos damos un brochazo final con los polvos sueltos o los bronceadores, ese toque se realiza con una brocha para polvos. Suelen tener el pelo largo, suave y flexible. No queremos un resultado con pegotes así que lo utilizamos acariciando la piel, los polvos no se pegan con tanta fuerza como cuando los aplicamos con una kabuki.
La kabuki tiene el pelo más corto y el tacto es mucho más duro. La kabuki aplica los polvos sobre la piel de una forma más contundente, más fija, más duradera. El producto se aplica con más fuerza y queda más pegado a la piel.
Con la borla el objetivo puede ser doble, los dos anteriores que os he descrito. Depende de cómo la uses. Aunque por lo general sirven para aplicar maquillaje en polvos. Queremos que ese maquillaje cubra la piel y de uniformidad, incluso en pieles manchadas. Lo aplicamos con mano firme y arrastramos la borla sobre la piel.
Utilizada así, la borla “aprieta” los polvos en la piel para mayor duración las horas siguientes. Es así como la utilizo cuando me aplico los polvos como maquillaje. En cambio, si me los aplico como acabado tras aplicar un maquillaje fluído, utilizo la brocha.
¿Qué pasa con el típico gesto de empolvarnos la nariz? Lo hacemos para quitar brillos que van apareciendo en la zona T a lo largo del día. Aplicamos la brocha a toquecitos para no arrastrar el maquillaje que ya tenemos aplicado. En ese momento también estamos intentando “pegar” los polvos matificantes. Ese gesto sin arrastre no es tan eficaz como si frotas la piel, aplicándolos con arrastre.
¿Véis la diferencia de la que os hablo? Pues ahora os toca a vosotras: ¿qué buscamos cuando nos aplicamos el colorete? ¿Brocha o borla?
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