Todas tenemos un gesto de maquillaje sin el que no salimos a la calle. Algunas es el perfilador de ojos, otras el labial, para mí es el fondo de maquillaje. Para las que no habéis descubierto el maquillaje compacto os dedico este post comparativo entre Parure de Guerlain fluído y compacto.
Los utilizo ambos según sea fin de semana o el día a día, si voy a una cena o sólo salgo de buena mañana a desayunar a una terraza de bar. Ambos productos de maquillaje son de la misma marca, misma calidad y mismo tono de color. Perfecto para poder comparar los resultados sin tener en cuenta mas que su uso y la diferencia de textura.
Parure fluído
Hemos hablado en Arrebatadora del maquillaje fluído Parure de Guerlain. Un maquillaje de alta cosmética muy fluído que se extiende muy bien. Coincido con Carolina L. en que no lo sientes en la piel fresca como la de una fruta pero tiene el punto de hidratación perfecto para mí.
Lo aconsejo para todo tipo de pieles excepto para las grasas, a éstas les recomendaría el Parure Extreme que tiene una fórmula resistente al agua. Estos maquillajes huelen divinamente, cunden mucho y el color es acertadísimo, muy natural. Cubre bien aunque, como todo maquillaje fluído, necesita su tiempo de aplicación para que quede perfecto. El envase contiene 30 ml. y cuesta 47 euros.
Parure compacto
Para las que no tienen la paciencia o la técnica de aplicación con el fluído, el compacto les va a encantar. Los maquillajes en polvos compactos de calidad son una delícia de producto. El Parure Compact uniformiza sorprendentemente bien, es muy fácil de aplicar y lo mejor: muy rápido, en cinco segundos. Lo que más me gusta es el acabado empolvado que tiene.
Es más difícil poder comparar el precio con el fluído puesto que éste contiene 9 gramos y su precio es de 53 euros. Se amortiza la polvera cuando compras la segunda unidad ya que es recargable. Una opción calidad/precio muy interesante es comprar solamente el recambio, cuesta 39 euros y viene siempre una nueva esponja aplicadora en su interior.
Pros y contras
Cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes, para mí muy evidentes. Os cuento. Las ventajas del fluído son una mayor cobertura de imperfecciones y manchas, más uniformidad (no significa que el compacto no lo dé). También es una fórmula más hidratante, gustará más a las pieles deshidratadas, mixtas con zonas secas y pieles secas. Inviertes más tiempo de aplicación pero el resultado dura todo el día. Además necesito un brochazo final de polvos, aunque sea fino, para un acabado mate.
El compacto tiene el mismo filtro solar IP 20 que el fluído, ambos una buena opción protectora adicional sobre el tratamiento de día, a utilizar todo el año. Aplicar el compacto es un plis plas, rápido, uniformizante, efecto buena cara asegurado si eliges bien el tono. Los contras son que tengo que retocar el resultado con la borla por la tarde. Con lo cual el producto se termina antes. En verano no puedo vivir sin el compacto, con el calor es el maquillaje más agradable que tengo. Plus añadido: se puede llevar en el bolso a todas partes. ¿Os he puesto difícil la elección?
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