Lo que hoy os voy a presentar son diseños de mi amiga Vanesa. Un maquillaje para Halloween para dar miedo de verdad. Ella dice que es muy fácil, pero yo no me atrevo, aunque el efecto es impresionante. Sí, lleva cristales en la cara. Y te puede ir perfecto con el disfraz de zombie, claro.
Para hacer un zombie, lo primero hay que hacer la herida antes de echar la base de maquillaje. Y para hacer las heridas, dos materiales: latex o carne artificial. Si elijes el latex, se echa en la cara de la persona pegamento (pero especial para piel) y se pone un pegote de algodón o de papel higienico, dependiendo de la textura que se desee en la herida.
Una vez se seca el pegameto, se quita el algodón que no esté pegado. Sobre eso se echa el latex, y antes de que se seque, con unas pinzas de depilar normal, se modela. Una vez seco, se echa la base de maquillaje siempre más palida que el rostro para que dé un efecto de malestar, y se marcan con lapiz morado y verde las sienes, las aletas de la nariz, las ojeras, y la zona maxilar.
En la herida se usan tres colorores: negro, marrón y rojo. El negro es para las zonas mas profundas, el marrón es para la zona intermedia, y el rojo para el resto de la herida.
Si has elegido carne artificial, estás lista para hacer heridas de bala o incrustar objetos, es mas complicada de manejar que el latex. La carne artificial es como plastilina pero bastante más dura, y para manejarla hay que humedecerla y, con mucha paciencia, extenderlo e irle dando forma. Una vez dada la forma que quieras, se maquilla igual que las heridas de latex.
Una cosa más, siempre al terminar la herida quedan más reales si les echamos un poquito de sangre y lo extendemos con una esponja porosa. Qué, ¿da miedo o no?
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