Hace unos meses Cristina nos contaba un truco de emergencia para cuando las raíces de las canas aparecen en el momento más inoportuno. En esta época de flequillos se suelen esconder bastante y cuando te das cuenta-porque quieres hacerte un peinado distinto, por ejemplo-ya las tienes muy visibles.
Además de aplicar un delineador de ojos, como nos decía Cristina, yo tengo dos trucos más. Uno de ellos es un producto ad-hoc para este asunto, que muchas conoceréis: el tapa-raíces de Schwarzkopf. Se trata de una especie de peine pequeño con un container adherido que lleva un poco de tinte.
Se aplica en las raíces que se ven, sobre ellas, peinando encima. Dura poco, dos días o un lavado, lo que ocurra antes, pero salva de situaciones comprometidas. El problema es que si no lo usas muy a menudo-y se supone que estas situaciones de emergencia no ocurren con tanta frecuencia-se seca enseguida.
Yo utilizo también otro método, que es un rotulador gordo permanente, como el de Edding que veis en la foto. Pintáis el pelo blanco con el marcador y dura muchísimo más, sin desteñir ni mancharos el cuero cabelludo o los dedos si os tocáis. Para eliminarlo basta con un lavado.
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