Este cartel exhibido en el metro japonés en el que se invita a las mujeres japonesas a maquillarse en casa y no en el metro ha dado la vuelta al mundo. Ya nos habló de él Sergio hace mucho tiempo pero el tema vuelve a estar candente.
Seguro que os cruzáis a menudo a mujeres que sacan su neceser del bolso y se maquillan en el metro. O van conduciendo y aprovechan el semáforo en rojo para terminar la aplicación de la máscara de pestañas, de la barra de labios o el toque final de colorete. ¿Os molesta verlo?
Siempre que esa persona lo haga discretamente sin la intención descarada de atraer la atención, me parece de lo más normal. Descartemos los retoques de maquillaje en el coche, cada una hace lo que quiere en su coche. Hablemos solamente de lugares públicos como el metro, el bus o un banco del parque.
¿Nos molesta realmente esa rutina de embellecimiento femenino o simplemente nos sorprende? Que no estemos acostumbrados a ver maquillarse a una chica en un lugar público no significa que esté mal. ¿Acaso pensamos lo mismo cuando alguien se hace una cola de caballo en la calle? Creo que todo es cuestión de formas y comportamiento.
Considerar el ejemplo de Japón me parece absurdo porque se trata de una cultura muy distinta a la nuestra, con normas que solamente se entienden dentro de sus fronteras. Nosotros podemos comer por la calle un bocadillo o un donut y ellos lo consideran de mala educación.
Son personas muy púdicas en sus costumbres pero la línea marcada es curiosa. No pasa nada por dormir y roncar (literalmente) en el metro con la cabeza colgando a derecha e izquierda pero maquillarse … ¡En casa! Y si hacen un trayecto en tren se quitan casi todos los zapatos. Aquí está mal considerado aunque hagas un largo viaje como suelen hacer ellos.
Como comentan y opinan muchos de los que están a favor, o por lo menos no están en contra, de que maquillarse de camino a donde sea no es nada de lo que avergonzarse, es todo un arte.
Foto | A Japón
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