Muchas personas tienen brotes de caspa cuando cambiamos de estación. Es decir, en primavera y en otoño, aunque otras sufren de caspa casi todo el año. Que sea caspa seca o grasa depende del cuero cabelludo.
¿Sabías que la caspa la provoca un hongo? Este hongo vive en el cuero cabelludo y cuando la cantidad es excesiva, provoca la aparición de la caspa.
El cuero cabelludo, esa prolongación de la piel del rostro tiene sus etapas, lo mismo que la piel de la cara. A veces tiene más sebo, incluso en exceso (caspa grasa); otras veces está en el mínimo y nuestra raíz se muestra seca.
En esta época del año bajan las temperaturas y el cuero cabelludo tiende a secarse. La secreción de sebo disminuye y la raíz del pelo, mejor dicho, la piel que forma el cuero cabelludo está más seca. La caspa no encuentra sebo con el que entrar en contacto y se convierte en lo que llamamos caspa seca. Es el tipo de caspa que nos cae en la ropa.
Si pasa esto en pleno verano o en una época de revuelo hormonal que provoque un aumento de sebo, la misma caspa será grasa. La única ventaja de la caspa grasa es que no se cae en los hombros de las camisas. Esa es la razón de pasar de un tipo de caspa a otra: no es la caspa la que cambia sino el estado del cuero cabelludo, el estado de la piel que nos cubre el cráneo.
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