Me acerco a los cuarenta y puedo decir que apenas noto falta de firmeza en mi piel, quizás la tenga, nadie es perfecto, y no me de cuenta, pero si comparo fotos de hace 10/15 años con las actuales no noto grandes cambios en el óvalo facial. Siempre me he cuidado y de algo me tenía que servir, ¿verdad?, aunque en este caso puede haber factores externos, además de la cosmética, que me hayan ayudado.
El rostro va perdiendo firmeza con el paso de los años, pero en las primeras décadas podemos conseguir paralizar mucho esta falta de fuerza en la cara. El paso del tiempo, las agresiones internas y la falta de ayuda externa hace que la renovación celular se haga más lentamente. La degradación de la fibras que sostienen la piel empieza después de los 30, la piel se descuelga y pierde mucha elasticidad.
Para evitarlo no basta con que un día cumplas años y te digas me tengo que comprar un crema, esa no es la solución ya que saldrás defraudada con ella. Es importante haber seguido unos hábitos siempre, si te venden una crema “levantacaras” cuando ya está el óvalo con caida acentuada es muy difícil, por no decir casi imposible de levantar.
¿Qué se consigue? perder la credibilidad en las cremas y eso nos repercute a larga para mal.
Mis consejos para ti
Contorno de ojos. No hay que esperar a cumplir años para empezar a usarlo, ni esperar a tener síntomas que te hagan ver ¡que ya te hacía falta!. Estudia tu piel y ella te lo dirá. Un contorno ligerito en la veintena nunca viene mal y ya en los treinta es un producto que no debe faltar en tu tocador.
El ojo es una parte muy sensible y que en movimiento diario le gana a cualquier músculo del cuerpo, pestañeamos, reimos, lloramos y gesticulamos tanto que a veces me pregunto ¡cómo resisten tan bien tantos años!. Este detalle también es para los labios, a veces nos les prestamos la debida a atención hasta que un espejo de aumento cae en nuestras manos.
Día. No importa si te maquillas mucho o poco, si eres de piel blanca o morena, lo importante es resguardarla del sol y proporcionarle alimento personalizado y distinto para cada mujer. Aquello de comprarse la crema de tu mejor amiga ya no vale, busca lo que le falta y hazle caso a los primeros síntomas de alerta, rojeces, tirantez, picor, piel apagada, pielecillas o manchas.
Noche. Las cremas de noche son distintas a las de día, suelen estar más concentradas en principios activos y son más densas. Trabajan cuando tú duermes, aunque hayas usado la de día durante años ya va siendo hora de cambiar a una crema más personalizada y adecuada a cada caso.
Peeling, sérums y mascarillas. Aprende bien sus nombres y no te de vergüenza pedirlos en tu tienda habitual. Es importante que no los pidas a secas, hay peelings para pieles sensibles o grasas y sérums para atenuar manchas o dar luminosidad, ¿cual es tu caso?. Una persona que profesionalmente se dedique a ello te lo debía preguntar a la primera. Te aseguro que un peeling y una mascarilla reafirmante hacen maravillas en mi piel.
Conseguir una piel tersa, luminosa, sin apenas arrugas y firme es posible, ¿te apuntas a luchar contra el tiempo malévolo?
Imagen | MrDevlar
En Arrebatadora | Cuidados de la piel: de 30 a 40 años