Tenemos a mano utensilios de maquillaje que nos dan ese toque favorecedor sin el que no podemos ya vivir. Para algunas es la kabuki, para otras el pincel aplicador de barras de labios. Las que veneráis el rizador de pestañas, cuidado con su uso continuado.
El rizador no está pensado para utilizarlo a diario. Las presiones sobre las pestañas provocan estrés a ese pelo tan delicado que tiene un ciclo de vida especial. Nada de alarmas ni llamadas al 911, el rizador no estropea las pestañas siempre y cuando no se abuse de él.
Si lo utilizas muy a menudo, te recomiendo que te hagas una permanente de pestañas. Es uno de los servicios de estética que deberíamos tener más en cuenta, el resultado es muy favorecedor y no daña las delicadas pestañas. Incluso en ojos delicados puesto que el producto se aplica sobre el pelo, no sobre la piel.
La permanente de pestañas es un servicio que cuesta entre 20-25 euros según el centro al que acudas. La sesión dura aproximadamente una media hora y el efecto del resultado depende de cada persona pero por lo menos durante unas 2-3 semanas debería ser visible. Y tus pestañas lo agradecerán, descansarán y verás cómo mejoran su calidad.
Foto | alvaroparis
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