Qué duda cabe que en el mundo de la cosmética la experiencia sensorial es algo muy importante. Y es que, al menos en mi caso e institintivamente, cada vez que abro un nuevo producto (y da igual de lo que sea), lo primero que hago es olerlo. Por lo que, en mi caso, mi primera impresión (además de la vista, obviamente) siempre viene por el olfato. Por ello, cuando cayó en mis manos estos dos productos de la línea Muse de Christina Cosmeceuticals me conquistaron al momento gracias a su embriagador aroma a rosas. Así, a os cuento mi experiencia con el Aceite Corporal y su Beauty Mask.
Rejuventing Body Oil
Comenzamos con el Aceite Corporal que tiene una fórmula delicada que se funde con la piel sellando la hidratación y los nutrientes esenciales, dejando un tacto sedoso, suave y radiante.
Os diré que cuando cae un producto nuevo en mis manos procuro leer las instrucciones porque no sería la primera vez que me equivoco al usar las cosas, así que invertid tres minutos de vuestro tiempo a revisar las indicaciones del fabricante y las recomendaciones de uso. Así, os diré que me llamó la atención cuando leí que preferiblemente se aconsejaba su uso por la noche. Y así lo hice el primer día que lo abrí.
He de confesar en este punto que no soy muy fan de los aceites corporales porque, como os habrá pasado mil veces, los hay que no se absorben nunca acabas con una sensación grasa en la piel terrible, sin que te puedas ni vestir. Pues bien, nada que ver con éste aceite que tiene una absorción fantástica.
Una vez duchada, sin secarme, me lo apliqué, salí de la ducha, me "enrosqué" la toalla al cuerpo y mientras me aplicaba mis cremas faciales, el producto se fue absorbiendo y secando solito en muy poco tiempo, sin dejar nada de sensación grasa, con lo que me pude vestir (poner el pijama, que todo hay que decirlo) y meterme en la cama, con un aroma a rosas muy delicado y relajante y con una sensación de suavidad deliciosa.
Así que fui un poco más allá. Y es que las beauty bloggers vivimos un poco al límite con los productos, y no como no siempre tenemos tiempo de probar todo, lo adaptamos a nuestras necesidades. Así, que dado que mi rutina no es ducharme por las noches, sino por las mañanas, salvo que vaya al gimnasio, incluí el aceite en mi bolsa del gym. La verdad es que me sentí un poco osada porque en mi mente me veía sin poder vestirme después de aplicármelo.
Pues bien, el primer día, allá me fui a la ducha tras mi clase de spinning con mi gel y mi aceite corporal, repitiendo lo ya hecho: una vez terminada la ducha y sin secarme, me aplico el aceite dándome un masaje, que también gusta, qué leches, me "enrosco" la toalla y aplico ligeros toques en la piel con la propia toalla, pero sin llegar a frotar para secar. Salgo de la ducha, me aplico la crema de la cara y a los 2/3 minutos no solo me he secado, sino que además el aceite se ha absorbido también permitiéndome vestirme sin ningún problema (medias incluidas en muchas ocasiones), dejando una sensación de hidratación maravillosa, y sin manchar, lo que es importante también. Así que, como bien podréis imaginar, ha entrado en mi bolsa del gimnasio para quedarse, nada que ver con otros productos de este estilo que he probado en otras ocasiones.
Además, al día siguiente te levantas con la piel súper hidratada, hasta las que tenemos la piel más seca, así que estoy encantada. Un gran descubrimiento, sin duda.
Su precio es de 32 € y está a la venta exclusivamente en centros de estética, centros médicos estéticos y spas.
Beauty Mask
Y luego, en el pack había también una mascarilla facial, una mascarilla muy concentrada en manteca de Capuacu, extracto de lino y agua de rosas que combinan sus virtudes para reconfortar y nutrir. Su textura protege, restaura la vitalidad y descubre un aspecto más suave, tónico y liso.
Se trata de una mascarilla densa, de la que hay que aplicar una capa un poco gruesa y dejar actuar entre 7 y 10 minutos (tiempo que es aceptable, porque las de 20 minutos me encantan pero es que no tengo tanto tiempo y menos a diario).
Su aroma, igual que el anterior, es a rosas, pero ligero, sin ser cargante, súper agradable, por lo que también me ha encantado este punto. En cuanto a su aplicación es muy sencilla y se retira o con discos o con agua directamente, no es de las que se seca. En mi caso me la he retirado con una toalla especial de cara, dejando la piel mucho más hidratada (no veáis lo bien que me ha venido para mis momentos de mayor sequedad), aportando luminosidad y una suavidad tremenda, es lo que más me ha llamado la atención, la verdad. La piel se siente reconfortada, fresca y con mejor aspecto así que también encantada con ella, una gran experiencia a repetir.
Su precio es de 42 € y está a la venta, como el anterior, exclusivamente en centros de estética, centros médicos estéticos y spas.
Y antes de terminar, como dato sobre esta línea de Christina Cosmoceuticals os diré que las fórmulas de Muse encontramos Telosense Active que protege el ADN, mejora la longevidad celular y el aspecto general de la piel. Y es que las células madre de rosas impulsan la regeneración y refuerzan las defensas de la piel. El péptido Detox actúa frente a las toxinas, promueve la regeneración y evita la degradación celular. Además, el Extracto de Lino y de flor de algodón, la Manteca de Capuacu, el complejo ActifRose y los extractos de perejil y de pétalos de rosa, complementan la fórmula reforzando la elasticidad, la hidratación y nutrición, proporcionan un aspecto radiante, una textura uniforme y sedosa; calman y refuerzan la barrera de la piel, revitalizan y dejan un aspecto más joven.
Además, como ya os hemos comentado, además de los productos que podemos usar en casa como estos, también podemos encontrar tratamientos de cabina en centros especializados que cuentan con estos productos donde la experiencia se multiplica.
¿Quién se apunta?
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