22 de mayo, llovía a cántaros, y más de media España estábamos frente al televisor. Yo tenía un examen de ética el lunes, pero me dio lo mismo: allí estuve sin perderme nada de un hecho histórico como fue la Boda de los Príncipes de Asturias. Y, como no, hoy es su aniversario y analizamos el look de la novia: la princesa de Letizia.
Dicen que tenía cara de cansada, dicen que no se emocionó lo suficiente, dicen que estaba todo muy preparado. Dimes y diretes a parte, porque no creo que sea fácil casarse cuando todo un país y parte del mundo te está mirando y encima cae el diluvio el día de tu boda, no se nos olvide, la princesa Letizia iba impecable.
Hemos visto muchos cuellos y escotes. El que doña Letizia utilizó es conocido como chimenea, un diseño de Manuel Pertegaz que a la princesa le encanta. En esta ocasión, bordado en oro y platino. De hecho, era casi una revisión de corte medieval. La diadema, de platino y brillantes, la misma que lució la Reina Sofía en su boda en Roma.
La cola del vestido tenía 4,5 metros de largo y estaba bordada con motivos heráldicos.
El detalle del ramo, en lugar de plástico o cualquier otra cosa para envolverlo, un lazo amplio. ¡Esto me lo apunto! Era una cascada de lirios, emblema de los Borbones. En esta imagen se ve perfecto.
En cuanto al maquillaje, más que discreto. Muchísimo. Y como complementos, unos pendientes, de oro blanco, platino y diamantes; el anillo de compromiso, y la alianza. En cuanto al peinado, un recogido bajo, con raya lateral, y un poco de volumen en la zona frontal para levantar una onda hacia atrás.
¿Recordáis que estabáis haciendo ese día? ¿Qué os parece el look de la novia?