El pasado 4 de mayo las peluquerías pudieron volver a abrir sus puertas y poco después los centros de estética. Ahora, tras casi dos meses, y ya estrenada la llamada nueva normalidad, hemos querido saber cómo han vivido ellos los profesionales la experiencia de retomar la actividad.
Así, directamente hemos querido acudir a ellos, recoger sus palabras y experiencias en esta situación tan convulsa que nos ha tocado vivir y que ha trastocado completamente nuestro día a día.
Las nuevas medidas de seguridad en las peluquerías
Y es que ahora, entrar en una peluquería, en un centro estético y, en realidad, en cualquier establecimiento, requiere un protocolo que hace unos meses era impensable pero al que, irremediablemente, todos nos hemos acostumbrado (¡qué remedio!), aunque no siempre es algo fácil. Así, Rosa Brignardelli de Serendipity Centre D'estètica, nos cuenta su experiencia:
Utilizo mascarillas FFP2 y entre cliente y cliente desinfecto con ozono las cabinas. Los clientes se sienten seguros porque ven que todo está limpio y desinfectado. Durante los tratamientos corporales, ellos también llevan puesta la mascarilla y durante los faciales, se quedan tranquilos al ver que yo llevo mascarilla FPP2. No es del todo cómodo para los clientes, pero ellos mismos me comentan que ya se han acostumbrado. Por mi parte, trabajar con estos equipo de protección me da calor y al usar las gafas IPL se empañan, pero es algo que tenemos que hacer para garantizar la seguridad de los clientes y la nuestra propia.
Las mascarillas, los guantes y los geles desinfectantes se han vuelto ya parte de nuestras vidas y, aunque al principio a todos nos costaba, bien es cierto que sectores como el de las peluquerías, siempre ha tenido protocolos de desinfección y limpieza muy exigentes como nos apunta Patrick Phelippeau, Director y coach de Jean Louis David: "las normas de seguridad han sido fáciles de poner en marcha, ya que en los salones utilizábamos materiales desechables desde hace ya más de 20 años, y siempre hemos dado mucha importancia a la higiene. Desde el año 1990 era obligatorio desinfectar todo el material delante del cliente, así que solo hemos tenido que añadir algunos detalles, como la distancia de seguridad, el uso de la mascarilla…".
Así, la adaptación a las nuevas medidas ha sido la clave.
Por su parte, Merche de la Compagnia della bellezza 366 Bigai nos comenta que sus medidas de higiene y de seguridad "se basan en los protocolos de desinfección, uso de guantes y mascarillas. Por parte de los clientes, al llegar al salón, desinfectamos con gel hidroalcohólico y entregamos las batas y toallas a cada cliente en un saquito. Desinfectamos todas las zonas cuando se finaliza un servicio y volvemos a aplicar la solución hidroalcohólica en las manos cuando se van del salón."
Así, ante situaciones como esta en las que toca reinventarse y adaptarse cualquier tipo de ayuda se agradece, como la que han recibido desde la plataforma Treatwell, donde Claudia Campagna, su Country Lead de Treatwell España, ya nos ha puesto de manifiesto que “los centros que colaboran con la plataforma tienen todas la herramientas necesarias para sacar el máximo provecho a su capacidad, cumpliendo con las medidas de seguridad para proteger a sus clientes y trabajadores. Estos momentos son cruciales para el sector y nos complace poder apoyarlos en tener una recuperación más rápida, aprovechando al máximo los recursos.”
La vuelta de los clientes a las peluquerías
Pero siendo francas, una cosa es que los centros de peluquería y estética se abriesen y otra era la incertidumbre que se generaba sobre la respuesta del público. Y es que, muchos centros estaban temerosos de esa vuelta, de que el miedo generalizado se instaurase y que los negocios no saliesen adelante.
Pues bien, nada más lejos de la realidad y todos han coincidido en la gran respuesta que ha habido por parte de la clientala. Así, Patrick Phelippeau nos contaba que "la respuesta por parte de los clientes ha sido fantástica. La organización de los salones ha sido más complicada por el aforo permitido, ya que la primera semana solo se permitía un cliente y un peluquero en el salón y luego en la segunda, solo un 30 % de aforo. Los clientes estaban esperando tener contacto con su estilista, pero, sobre todo con su belleza y el bien estar personal, sentirse bien, sentirse guapa, subirse la moral después de tantos días en casa"
Volviendo a Merche de la Compagnia della bellezza 366 Bigai nos cuenta que "lo que más me ha sorprendido es que todos los clientes sean precavidos y se dejen llevar por el protocolo que hemos implantado en el salón. Connect (software propio de Treatwell a través del cual las peluquerías y centros tienen su agenda virtual y pueden gestionarlo todo, incluso mandar recordatorios a clientes de forma automática) nos ha ayudado a planificar nuestra agenda con todas las regulaciones establecidas por el Gobierno, aunque nosotros siempre hemos trabajado de una forma muy parecida. Como anécdota, me quedo con la incertidumbre y estrés que se respiraba al volver a abrir, era un cambio con nuevos hábitos para todos. Nos caracterizamos por ser un salón eco-friendly, y después de este parón, hemos decidido que además de seguir cuidando a nuestros clientes, como hacemos siempre, también queremos cuidar el medio ambiente - ahora ya somos un salón sin plásticos. Sin duda, este parón nos ha servido para coger fuerzas y reinventarnos un poco más."
Qué servicios han sido los más demandados de las peluquerías
En este punto, Patrick Phelippeau, Director y coach de Jean Louis David ha sido el que nos ha dado la información al respecto y nos ha contado que "al principio las clientas pedían cita para hacerse coloración y tratamientos que diesen vida a su cabello. Los hombres lo que pedían eran cortes de pelo, llegaban al salón con el cabello muy largo, ya que un hombre se corta el cabello como mínimo cada mes; y si lleva barba, los arreglos se suelen hacer cada 15 días."
Eso sí, lo que hemos querido saber, ante todo, es si ha tenido que arreglar muchos "destrozos" a consecuencia del DIY, por nuestros propios cortes de pelo, flequillo, coloraciones... y todas caseras...
La verdad es que, a pesar de todos los “tutoriales” que hemos podido ver en la cuarentena sobre cómo arreglarse el cabello en casa, no hemos detectado demasiado “destrozos” cuando nuestros clientes han vuelto a los salones . Sí que hemos vistos flequillos en diagonal, o muy cortos y alguna que otra coloración en los tonos equivocados, pero “casi “ todo tiene arreglo de la mano de un buen profesional.
Y una vez superado ese momento, lo que nos interesa saber también es cuál es la tendencia que hay ahora en el sector a lo que Patrick no tiene dudas en su respuesta...
Al nivel de cortes de cabello, la tendencia es sin duda el Carré que ha seducido ya a celebrities y muchas chicas jóvenes porque es un corte muy cómodo para el día a día y permite jugar con diferentes acabados de styling. En el caso del color, lo que más nos piden nuestros clientes es tener brillo en el cabello, por eso, la técnica Magic Light de Jean Louis David ha triunfado, una técnica exclusiva de la marca que aporta el máximo brillo, el resultado es como un "top coat" con un ligero reflejo de luz que dura hasta un mes, sin riesgo de efecto raíz. Es un servicio a medida y muy rápido, apto para todas las bases de color, ya que se adapta a los reflejos naturales y respeta el cabello.
Por su parte, también teniendo en cuenta los datos recogidos por la plataforma Treatwell en lo referente a los tratamientos de peluquería más reservados, han sido precisamente los cortes de cabello el servicio estrella, especialmente en el caso de las mujeres (34% contra el 17% de los hombres). Y cómo no, el color: un 40% de las clientas de la plataforma han reservado un retoque de raíces y un 45% la opción de tinte completo. Las mechas, ante la dificultad de retocarlas en casa, también han sido muy reservadas (58%).
Eso sí, como tratamientos faciales más reservados llama la atención que lo más resevado fueran las extensiones de pestañas las que acumulasen un 53% de las reservas, siendo el tratamiento más reservado, seguido de la depilación de cejas con hilo y con cera (22% ambas).
Está claro que esta nueva realidad ha supuesto un punto de inflexión para todos, un momento para dar una vuelta a nuestra rutina y reinventarnos ante la situación que nos ha tocado vivir.
Fotos | Unsplash, @366cdb, @jeanlouisdavidspain
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