Objetivos de otoño: en el trabajo también nos cuidamos

Despues de pasar semanas de vacaciones o con un horario más relajado muchas personas vuelven a la rutina otoñal en el trabajo manteniendo la misma postura durante horas con el consiguiente daño a su espalda y a su cuerpo en general. Por eso hoy vamos a hablar de mantenerse en forma en ¡la oficina!

El trabajo diario sentada suele provocar molestias en algunas partes de nuestro cuerpo, al cabo de las horas y llegando a casa nos pasa factura y se refleja en parecer más cansadas de lo que podamos estar. Se notará en nuestra cara y en los gestos de expresión que hacemos cuando estamos molestas por algo o cansadas fisicamente.


Basta con unos consejos y buenos hábitos para evitar que el trabajo nos pase factura antes de la cuenta. Hay que evitar siempre mantener la misma postura durante mucho rato ya que utilizarás mucho más unos músculos en detrimento de otros y el dolor de espalda, la tensión en los hombros y el cansancio se irán acumulando.

Sin dejar de lado la circulación sanguínea que se estanca con la ausencia de movimiento y podemos ser pasto de varices en un momento dado. Estar horas con las piernas cruzadas aunque sea a ratos y alternándolas dificulta el avance de la sangre por tu organismo y favoreces la celulitis. No tenemos más opción de evitar todo esto a toda costa ¿verdad?

Repetimos, no cruzar las piernas es uno de los primeros objetivos a cumplir y de verdad os digo que es bastante difícil de conseguir si estamos acostumbradas a ello. Yo misma, que trabajo sentada, a día de hoy me pillo con las piernas cruzadas más de una vez a lo largo de la jornada. Mi truco para intentar no hacerlo es poner el culo lo más cerca del respaldo de la silla que se pueda, pegar la espalda al mismo a tope y colocar las piernas ligeramente elevadas del suelo, con un par de libros bastará.

Para relajarnos también podemos mover varias veces en serie los dedos de los pies y si tenemos la oportunidad de estar de pie en alguna ocasion aprovecharlo para ponernos varias veces de puntillas y relajar las piernas. Otra parte que sufre enormemente son las nalgas, tantas horas en la misma postura no es bueno para ellas, contraer los músculos estando sentada o de pie hará que no pierdan tonalidad.

El secreto de un cuello de cisne es tener la nuca relajada y estar delante de un ordenador sentada no ayuda mucho si no le ayudamos de vez en cuando. Cruza las manos tras la cabeza presiona sobre el espinazo y libéralo a continuación, notarás una relajación al momento. Otro truco que no falla es empujar la nuca con las manos contra el pecho varias veces y después gira el cuello a la izquierda/derecha varias veces y despacio.

Y por último los hombros, hay que evitar echarlos hacia delante para no cargar la espalda. Mi truco es dejar colgando los brazos un rato sin hacer fuerza con ellos, mover las manos con los dedos abiertos y a la vez las muñecas en círculos. A continuación adelanta los hombros al unísono, luego retíralos también a la vez y sube y baja los hombros varias veces dejando los brazos muertos, es ¡mano de santo!

La hora de la comida o del almuerzo será ideal para evitar el ascensor y si tienes tiempo puedes subir las escaleras varias veces, pero sin prisas para no llegar al trabajo sudando, ese no es el objetivo, sólo será darle un poco de movimiento a tus piernas.

Ahora es tu turno, cuéntanos que haces en el trabajo para mantenerte en forma o al menos no llegar a casa más cansada y engarrotada de la cuenta. ¡Somos todo ojos!

Imágenes | Alejandra Mavroski, sergis blog, pink_chicle, yopuz
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