Imagino que te pasa lo mismo que a mi. Cuando decido hacerme un tratamiento en cabina, suele ser porque estoy cansada, necesito que me cuiden, mi piel atraviesa un momento de bajón o mi mente un periodo de estrés… En cualquier caso no solo trato de encontrar el protocolo adecuado, también necesito un espacio que me ofrezca paz y bienestar absoluto. Con esto me refiero a detalles que hagan que mi inversión en tiempo y dinero suponga una experiencia excelente.
Detalles aparentemente sencillos como temperatura, iluminación y estética perfectas, delicadeza, música agradable, comodidad y ante todo, las manos de una persona experta con verdaderos conocimientos y sensibilidad. La profesionalidad y especialización son los que potencian la máxima eficacia a un producto, por lo que la persona que lleva a cabo el tratamiento es tan importante como éste.
¿Por qué os cuento esto?
Todo lo anterior parte de la reflexión que hacía, hace unos días, mientras disfrutaba en The Beauty Concept de un nuevo tratamiento rejuvenecedor, el ritual Mediterranean Renewal Facial, diseñado por Miriam Quevedo en exclusiva para este centro, TBC, con productos de la línea Glacial White Caviar. Un protocolo extraordinario de belleza bajo unos requisitos que por procedimiento y espacio, marcaron esa diferencia que motiva el hecho repetir un tratamiento de cabina.
Si estáis pensando en llevar a cabo un procedimiento beauty porque comenzáis a sentir el cansancio de la rutina o para preparar vuestra piel hacia las próximas Fiestas, os detallo algo más sobre lo que fue una vivencia óptima en TBC.
Mi experiencia
Uno de esos días es que apagas el teléfono y dedicas algo más de una hora a ti. La llegada a The Beauty Concept, también conocido por TBC, es desconexión y su sala de espera, el acogedor preludio a ese momento que siempre me debo y pocas veces cumplo. La sorpresa, cuando me explicaron que el protocolo que iban a llevar a cabo era manual, algo que me encanta. En concreto el procedimiento diseñado por Miriam Quevedo para su línea Glacial White Caviar Skin. Una firma que si leéis mis post, sabéis me apasiona porque nunca deja de sorprenderme por su alta calidad y efectividad.
Un protocolo en el que se utilizan hasta 10 productos de esta avanzada línea global rejuvenecedora dirigida a preservar y defender la piel mediante texturas ligeras, delicadas, incluso sorprendentes, bajo formulaciones altamente concentradas, que incluyen activos antiedad de lujo, mediante la fusión de naturaleza y biotecnología.
El proceso comenzó sorprendiéndome con un delicado masaje de pies mediante gasas templadas, una relajación de respiraciones con aromaterapia y un ligero masaje capilar, bajo los efectos de Scent Room & Linen Spray y Extreme Caviar Restructuring Luxe Serum. Atención: no ensucia el cabello, y además se practica por la parte de la nuca.
El facial comienza con una suave limpieza y tonificación calmante para continuar con el delicado peeling químico, Glycocell Peeling. Un detox que se practica a 2 niveles, externo e interno, puesto que en esos minutos también se procede a un suave drenaje linfático en el rostro. Esta combinación busca, no solo eliminar toxinas y células muertas, también disminuir líquidos e inflamación .
Después, uno de mis tratamientos preferidos de la línea, que ya he aconsejado probar en alguna ocasión. Es en este punto donde me refería a texturas sorprendentes: la mascarilla Glacial White Caviar Hydra Pure Oxygen Masque. Un producto que del que soy fan absoluta y siempre tengo en casa; me encanta su proceso "burbujeante" en el rostro, que además de una piel preciosa, oxigenar, reparar y desintoxicar, deja una agradable sensación de frescor durante muchas horas. ¿La diferencia al utilizarlo en la cabina de TBC? Que en ella, al mismo tiempo que ejerce su función, se procede a un masaje facial que une a la función de micromasaje que activa la oxigenación celular, una activación de la microcirculación.
A continuación, Sandthis, la persona que me atendió, aplicó el suero Recovery Serum de la línea mediante un nuevo masaje, algo más intenso dirigido a la recolocación muscular, para continuar con la aplicación de Hydra Pure Precious Cream, iniciando en ese momento, un masaje de brazos hombros y cervicales. ¿Podéis imaginar como me encontraba en este punto?
Tras estos pasos, llegaron 2 mascarillas, la primera una potente reparadora en textura gel cremosa que dejaron actuar con vendaje del óvalo, contorno facial. Tras su indicación, la aplicación de la segunda, Glacial White Caviar Imperial Masque, para finalizar con el protector de la firma SPF 50. La duración estimada de la sesión completa, algo más de una hora, que os aseguro no quería finalizar.
El resultado
El resultado es una experiencia de relajación y cuidado extraordinaria con la confianza de estar bajo las mejores manos en un espacio que cumple unos requisitos de sensibilidad que la convierten en una momento de bienestar maravilloso con resultado efectivos visibles que todavía permanecen en mi rostro. Si me preguntáis por alguno de ellos: firmeza, luz, tonicidad, renovación, tersura, textura y apariencia de piel preciosa.
Una observación importante: al terminar, cabello limpio, luz y ausencia de brillos feos o sensación grasa, algo que no me hace elegir un horario especial y me permite continuar con mi día, tras un protocolo facial.
A nivel psicológico, salí con una sonrisa y en una onda muy diferente a la que me invadía cuando llegué.
Esta es mi experiencia en The Beauty Concept sobre un protocolo de alto rendimiento para un cuidado delicado hacia la piel de resultados excepcionales al instante que puede ser de gran ayuda en el momento del año que nos ocupa. Si te apetece, pero no tienes tiempo, y quieres probar alguno de los productos de Miriam Quevedo, puedes además encontrarlo en este espacio. ¿Te animas a cuidarte durante un rato?
Imagen de silviarita en Pixabay
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