La parafina es un elemento de lo más común que a buen seguro encontrarás en más de un cosmético que usas a diario. Sobre todo en maquillajes y barras de labios por su excelente efecto cubriente.
Pero son muchas las voces que desaconsejan su uso y abogan por un uso de cosméticos libres de este compuesto. Para entender todo será mejor responder a dos preguntas esenciales, ¿qué es exactamente la parafina? y ¿por qué se cuestiona su uso? Vamos a intentar responderlas a continuación de una manera fácil y sencilla.
¿Qué es la parafina?
La parafina es un conjunto de hidrocarburos derivados del petróleo, aunque también puede ser obtenida del carbón. De hecho su obtención se suele realizar en refinerías donde se obtiene el aceite mineral que posteriormente se envía a los laboratorios para su posterior uso en la cosmética.
Propiedades de la parafina
Las propiedades de la parafina aplicadas sobre la piel son varias. Al aplicarla sobre la piel se forma una película que retiene la pérdida de la hidratación, mantiene la temperatura de la piel y tras su aplicación podemos ver una piel suave, tersa y uniforme, además de que se adapta a todo tipo de pieles sin que se produzcan reacciones alérgicas.
¿Es aconsejable la parafina?
A pesar del buen efecto cubriente y lo suave que deja la piel, la parafina cuenta con varios inconvenientes. La parafina crea una película en la piel que tapona los poros, por lo que uno de los grandes inconvenientes de este producto es que corremos el riesgo de “asfixiar” nuestra piel.
Al taponar nuestra piel, no ayudamos a la eliminación de toxinas y el producto tampoco es metabolizado por el organismo.
La parafina utilizada en estética es la parafina blanca, pero también se comercializan otros tipos de parafina como la parafina ambar o la parafina marrón, con muchas más impurezas, utilizadas en muchos casos para la elaboración de velas.
Estudios como el elaborado por la Universidad de Carolina del Sur, afirman que el humo producido por las velas que usan este tipo de parafina ambar o marrón pueden crear cáncer, por lo que aunque en principio debemos confiar en la parafina blanca que es mucho más inócua, siempre es poco tranquilizador ver este tipo de estudios.
Petrolatum o Parafinum son algunas de las denominaciones de estos aceites minerales que como ya os comenté son muy habituales en muchas casas de cosmética gracias a su bajo coste y aceptables resultados a simple vista. También es más que habitual su utilización en centros de estética, sobre todo para el tratamiento de manos, aunque como véis sus efectos menos conocidos comienzan a cuestionar cada día más su uso.
Ahora la decisión siempre queda en manos del consumidor, aunque yo lo tendría muy claro.
Imágenes | Iampeas, nicksushkevich, Michelle Brea
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