Ahora que comienza el cole, llega otro quebradero de cabeza para las madres: cuidar que la cabeza de sus niños no se les infecte de piojos. Los piojos son insectos pequeños de unos 2 ó 3 milimetros de color gris-marrón (sus liendres son blancas) que muerden el cuero cabelludo para alimentarse de sangre. El síntoma más común que se nota cuando una persona tiene piojos es la picazón en la cabeza y esto se debe a que la saliva que van dejando para facilitar la labor de alimentarsen, es irritante.
Los piojos se contagian de una persona a otra por vía directa a través de la cabeza, cepillos, peines, toallas,... en fin, por cualquier objeto que sea expuesto al contacto directo con los bichillos. Éstos no saltan ni vuelan, con lo cual es imposible que se contagien a distancia.
Es muy dificil evitar y predecir cuando van a aparecer estos bichos, así que, lo único que se puede hacer es estar alerta (con los niños sobretodo, ya que es el grupo de más riesgo) y revisar la cabeza con cierta frecuencia para detectarlos cuanto antes. La parte donde más se suelen concentrar es en la nuca y detrás de las orejas, así que ahí hay que hacer mayor hincapié.
Para eliminar los piojos y sus liendres hay muchos medicamentos que se venden en farmacias, pero con lociones o champús del estilo de Para Plus, Filvit o cosquillitas, también se pueden quitar. También existe un peine especial de metal o acero templado para quitar las liendres, como el de AYA. Es muy sencilla la utilización de este peine, solo es necesario lavar el pelo e ir separándolo en mechones del tamaño del peine, para pasarlo reiteradamente y muy despacio por el cabello hasta que veamos que ya no quedan liendres. Después hay que desinfectar el peine, bien poniéndolo en agua caliente o bien, debajo del grifo de agua fría, abriendo las púas para eliminar los bichitos que hayan quedado ahí. Aún pudiendo elegir qué tipo de tratamiento prefieres para combatir esta invasión, es más recomendable utilizar el peine porque los champús y las lociones son muy agresivas para el pelo tan fino que tienen los niños.
Después de todo, con estos tratamientos los niños pueden lucir un pelo sano sin necesidad de haber recurrido a los lavados con vinagre (remedio casero donde los haya), esos que después dejaban un olor muy fuerte en el pelo durante unos cuantos días. Pero, dentro de lo que cabe, el vinagre no era tan malo... dejaba mucho brillo en el pelo.
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