Nos encanta tomar el sol (al menos a la mayoría), sin embargo, esta época es la que muchas tememos porque es la idónea para que las temibles manchas hagan acto de presencia e, incluso, salgan unas nuevas. Por ello, toda precaución es buena tenerla en cuenta y, por ello, os presentamos unos sencillos consejos para que, al menos, las que estén de nuestra mano, las evitemos lo máximo posible. Así, si hace unos días os dábamos unas primeras pautas, hemos querido desarrollarlas más a fondo porque, todas somos conscientes, de que es un tema que nos interesa mucho.
Protección solar sí o sí
Es lo más fundamental. Y es que la la principal causa de aparición de manchas en la piel es, sin duda, la exposición a la radiación solar que provoca que la piel genere mayor cantidad de melanina, la cual se acumula y puede aparecer la mancha. Por ello, como hemos repetido una y mil veces, la protección solar es imprescindible en nuestras vidas, sea verano o invierno, pero mucho más ahora que el sol incide con más fuerza en nuestra piel. No hay que ir a la playa o a la piscina para que saquemos el bote de protección, sino que hay que usarla a diario.
Pensad que si paseamos por la calle sin protección, nos están incidiendo los rayos solares igualmente, por lo que las manchas pueden hacer su acto de presencia sin darnos ni cuenta, cosa que, con un simple gesto en nuestra rutina diaria, lo podemos evitar.
Igualmente, a la hora de aplicarnos el protector, siempre tenemos que tomar en cuenta los errores más básicos que comentamos hace unos días y evitarlos, de manera que ayudaremos a evitar las manchas, no solo en la cara, sino también en el cuerpo.
Cuidado con la depilación
Cuando nos depilamos la piel sufre, por ello no es recomendable tomar el sol después, y si lo hacemos, será mejor usar la más alta protección. De hecho, si hemos depilado arrancando el vello, tal y como nos informan desde los Centros de Carmen Navarro, se puede irritar el folículo piloso, de manera que se anima a los melanocitos a generar melanina y pigmentar la piel y sí, a que salgan las manchas.
De hecho, si nos depilamos con láser (o lo usamos en algún tratamiento), ya sabéis que siempre dicen que hay que estar, como mínimo, una semana antes y después de la aplicación sin tomar en sol. Y hay que respetarlo, ya que el láser es un provocador de la melanina, por lo que hay que cuidarse mucho.
Cambios hormonales y medicamentos, ¡mucho ojo!
Evidentemente los cambios hormonales no los podemos evitar, sobre todo, los que se producen como consecuencia del embarazo o por la toma de medicamentos tipo anticonceptivos. Éstas dan lugar a manchas con nombre propio, las melasma que suelen aparecer en mejillas, la frente y el bigote. Seguro que muchas sabéis de lo que hablamos.
Pero no solo los anticonceptivos pueden provocar sensibilidad al sol, de hecho hay muchos otros medicamentos que contienen ingredientes fotosensibles, por lo que siempre es mejor revisar los prospectos antes de exponernos al sol.
Eso sí, no penséis que solo los anticonceptivos provocan manchas, hay muchos medicamentos que pueden causar fotosensibilidad como el ibuprofeno, entre otros muchos.
Por ello, nuevamente hay que prevenir. Además de la protección, el uso de gorros serán vuestros mejores aliados. Bien es cierto que las manchas del embarazo se suelen quitar, pero las otras cuesta Dios y ayuda, como se suele decir, así que prevenid.
Las manitas quietas con los granos
Hace unos días hablábamos del acné adulto y de cómo nos afecta. Está claro que uno de los mayores errores que cometemos es tocarlos. Reconozcámoslo, la mayoría no podemos dejar un granito sin tocar por mucho que nos lo propongamos, pero si vamos a tomar el sol, las manitas muy quietas porque hay veces (no siempre, obvio) que al tocarlos estamos agrediendo a los queranocitos, provocando una pequeña infección, incluso rompiendo capilares, lo que puede provocar manchas e, incluso, cicatrices.
El perfume y el desodorante déjalo para otro momento
Hace unos días hablábamos de cómo usar correctamente un perfume para sacarle el mejor partido posible. Como sabéis, los perfumes contienen alcohol, lo que puede provocar manchas en la piel. Así que mejor lo dejamos para después de la ducha.
Lo mismo pasa con el desodorante ya que suelen contener ingredientes fotosensibles y pueden causar manchas en las axilas que, aunque no es una zona muy expuesta, también le da el sol, las cosas como son.
Los exfoliantes AHA, BHA,... sin abusar (o relegar)
Ya os hemos contado que este invierno nos aficionamos al ácido glicólico y probamos varios productos, desde el tónico de Pixi a los discos de L'Oréal, fantásticos aliados pero que mejor dejamos para épocas en las que no nos exponemos tanto al sol. Ya en su momento os comentamos que es recomendable usarlos de noche y al día siguiente usar mucha protección solar. Siendo así, no es lo más recomendable su uso si vamos a tener largos baños de sol.
Y es que todos estos productos que tienen efecto peeling provocan una regeneración de la piel, lo que hace que la piel se vuelva más sensible, más expuesta a que los melanocitos actúen, pudiendo dar lugar a manchas, incluso cuperosis. Es decir, los tratamientos más agresivos los retomamos en otoño sin baños de sol por el medio.
Prestamos atención a los alimentos
Y terminamos con los alimentos que algunos califican como traicioneros. Y es que hay algunos que, por su composición, pueden provocarnos manchas en la piel si no tenemos cuidado en su manipulación. Así, por ejemplo, tenemos algunos como el perejil, ajo o lima que reaccionan con los rayos ultravioleta, concretamente, con el psoraleno, que es el que reacciona y se convierte en estos casos en nuestro enemigo pudiendo causar manchas. Así que si los manipuláis, lavaos bien.
Y si, aún así, nos siguen saliendo manchas, no nos quedará otra que atacarlas, pero eso ya lo dejamos para otra tanda de consejos.
Fotos | @collagevintage, Unplash 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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