Hace unos días, mi compañera Pepa ya os habló de su experiencia con algunos de los productos de la nueva línea Cleanformance de Babor, una selección de productos para el cuidado de la piel cargados de prebióticos y probióticos que equilibran el microbioma de la piel, reforzando la barrera cutánea y actuando como una pantalla protectora ante los agentes nocivos del estrés oxidativo medioambiental, que cuentan, además, con un 98% de los ingredientes de origen natural.
Sin duda, se trata de una línea de lo más interesante, de la que ya os hemos hablado un poco, siendo la primera de este estilo con la que la marca alemana ha dado en el clavo.
Pues bien, hoy me toca a mí hablaros de otros de los productos que nos ha dejado esta colección y que para una piel seca como la mía, han sido todo un descubrimiento. Una vez más, Babor no me defrauda y, de hecho, uno de los productos me ha parecido una pasada y absolutamente imprescindible en cualquier neceser que se precie y no, no es la crema ni la mascarilla de noche (que me encantan también) sino los discos desmaquillantes.
Puede parecer curioso, pero sí, los Deep Cleansing Pads (28 euros en pack de 20 unidades) realmente me han enamorado, son un verdadero acierto, unos grandísimos aliados para la limpieza diaria, de ese tipo de productos que de lo que te gustan te da pena usar porque no quieres que se gasten. ¡Ay qué dilemas tenemos las beauty lovers!
Pues bien, como os comento, se trata de unos discos desmaquillantes y limpiadores que están hechos a partir de ácido poliláctico biodegradable y que se activan al entrar en contacto con el agua. Contiene prebióticos y probióticos y Centella Asiática que ayudan a reforzar la barrera cutánea, mientras limpian en profundidad el poro y eliminan el maquillaje de ojos y labios.
Son una auténtica gozada porque metes tres dedos, los mojas y crean una espuma cremosita muy agradable que limpia en profundidad, elimina restos de maquillaje y residuos y dejan la piel súper limpia y fresca, a la par que muy suave porque también exfolian (de forma delicada) si usamos la cara más rugosa.
Sinceramente, si solo pudiera elegir un producto de los tres (y os aseguro que los estoy usando muchísimo), me quedaría con estos discos (me sorprendo a mí misma) que, además, para viajar (aunque ahora lo hagamos menos) son la mejor opción. Son fáciles de transportar y tenemos las ventajas de una toallita, por ejemplo, pero sin sus inconvenientes para la piel y además son biodegradables.
Luego, también he probado la Revival Cream Rich (54 euros), una verdadera delicia para pieles secas. Y es que se trata de una crema muy muy hidratante, untuosas pero sin ser pesada ni dejar residuo, de esas con las que pieles como la mía disfrutan y se beben, con la que recuperas al instante la hidratación perdida y favorecemos el equilibrio del microbioma cutáneo.
Además, ayuda a contrarrestar la fatiga de la piel, mientras que los lípidos y el extracto de corteza de arce mejoran la firmeza y previenen los signos de envejecimiento, además de contener oligopéptidos de garbanzo que estimulan el metabolismo celular y la síntesis de ATP, sin olvidar los aceites de almendra, nuez de macadamia, de pepita de uva y de argán. Vaya suma, me encanta.
El resultado es una piel hidratada en profundidad, de tacto suave, nutrida, bonita y que, incluso vale perfectamente como crema de noche porque es de esas cremas con las que te levantas por la mañana con esa tez repulpante. Una opción estupenda que, salvo que las cosas cambien mucho, acabaré hasta la última gota (cosa que no suele ser habitual en mí porque siempre se me cruza otra).
Para mí, las cremas específicas para piel seca (que son de las que puedo hablar) de Babor me han convencido siempre mucho. Me parecen una apuesta sobre seguro.
Y, por último, he probado la Renewal Overnight Mask (32 euros), una mascarilla de nocturna, de las que se aplica tras el tratamiento, que equilibra e hidrata la piel durante la noche.
En mi caso se me absorbe pasados unos minutos (no al instante), porque tiene una textura rica, pero merece la pena porque te aporta ese extra de hidratación que necesito, sobre todo ahora que con las calefacciones y demás, al final del día, noto la piel más seca de lo habitual.
Contiene pectina de manzana y al ácido hialurónico, lo que proporciona esa hidratación intensa y optimiza también ese equilibrio en el nivel de hidratación de la piel. Además, combate los primeros signos del envejecimiento prematuro de la piel, gracias al complejo de pre y probióticos y al extracto de corteza de arce, reforzando la barrera cutánea, ya que favorece el microbioma natural de la piel. La manteca de karité y los aceites de almendra, macadamia, pepita de uva y argán, aportan la mezcla perfecta para dejar la piel perfectamente nutrida, suave y relajada.
Se recomienda usarlo una o dos veces por semana aunque reconozco que alguna he pecado de más, porque realmente te levantas con la piel estupenda, y si juntas ambos cosméticos de la línea, más todavía. De hecho, me atrevería a decir que, probablemente y salvo que la mente me falle, es de las mascarillas nocturnas más hidratantes que he probado.
Lo dicho, nuevamente, Babor me convence, la cosmética de la empresa alemana sigue estando en mi ránking de los grandes descubrimientos que me ha dejado Trendencias Belleza.
El producto fue facilitado para la prueba por Babor. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Fotos | @babor_es
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