Ya os he contado que tengo varias zonas muy necesitadas de hidratación constante: mi par de grandes cicatrices y las piernas muy muy secas. Todo eso me hecho probar muchas cremas hidratantes de gama baja y media. Hoy me gustaría contaros acerca de las dos que uso actualmente: Intensive Healing Lotion y Soothing Oatmeal Shea de la marca originaria de Suiza St. Ives.
St. Ives es una de esas marcas con una distribución desigual. Yo la usé mucho en Chile, ahora he vuelto a usarla en Estados Unidos y sé que se distribuye también en Argentina, pero no en España, donde la extrañé mucho porque es una marca barata, con un par de cremas que me gustan mucho.
En Estados Unidos, St. Ives tiene varias líneas de cremas para el rostro y el cuerpo. Una de las que tiene más productos es aquella dedicada a las cremas para aliviar y reparar la piel seca, con hidratantes para calmar, reparar y nutrir. Ambas cremas que os muestro pertenecen a esta línea.
Las cremas de St.Ives no contienen productos animales, no son testeadas en ellos y no contienen parabenos ni ftalatos. Los envases contienen un 20% de material reciclado. Aunque no son requisitos indispensables para mí, todos estos factores son puntos extra que me inclinan hacia una marca.
Intensive Healing Lotion y Soothing Oatmeal Shea de St. Ives
A la izquierda en la foto principal, está la crema Intensive Healing Lotion (Loción intensiva curativa) no contiene perfume, y afirma ser capaz de sanar la piel seca y rota. Contiene aceite de oliva, extracto de hoja de oliva, aceite de arándanos, aceite de semillas de uva, urea, mantequilla de cacao y mantequilla de semilla de mango.
La otra crema, a la derecha, es la Soothing Oatmeal Shea (avena y manteca de karité calmante), que contiene urea, harina de avena y manteca de karité. Promete proporcionar alivio inmediato para la piel seca e irritada.
Cada producto St. Ives que he usado viene en un envase diferente, según el país. En este caso, las que tengo ahora vienen en botellas grandes, con 532 ml cada una, que no indican duración, pero que a mí no me duran más de 5 meses.
Mi experiencia
Si hay algo que no soporto en las cremas, es la sensación de que no se absorbe y que tengo que esperar. Este par de cremas no tienen este problema: se absorben rápido sin dejar la piel con sensación grasa.
En general es suficiente con aplicar estas cremas dos veces al día, una en la mañana y una en la noche, para obtener una piel elástica e hidratada. A veces la piel pide un poco más, por ejemplo bajo mucho calor o mucho frío, pero es suficiente con una aplicación extra, nunca me he quedado con la sensación de que la piel absorbe la crema y aún pide más.
Ahora, yo no las considero adecuadas para el rostro, porque aún sin dejar sensación grasa, son muy untuosas. Además, no proporcionan ninguna ayuda extra para el rostro, como ser antiarrugas, reafirmante o tener protector solar.
Hasta aquí ambas cremas son bastante similares en cuanto a resultados. Pero tienen dos grandes diferencias. La primera es el perfume. Soothing Oatmeal Shea tiene un olor penetrante, que si bien no es desagradable, persiste durante horas, mientras que Intensive Healing Lotion huele muy muy poco.
Y la otra diferencia son sus texturas: Soothing Oatmeal Shea es más líquida, mientras que Intensive Healing Lotion es un poco más espesa. Esta diferencia no afecta lo bien que se absorben, sino que se nota más al hacer masajes, como los que debo hacer a mis cicatrices: al aplicarla y trabajarla sobre la piel, Intensive Healing Lotion se vuelve un poco líquida y aceitosa, facilitando el masaje.
Después de todo lo que os he contado, os resumo en que prefiero Intensive Healing Lotion. La combinación de ausencia de olor y excelente textura para los masajes la hace una crema difícil de igualar, al menos para mis necesidades de hidratación en una piel muy dañada.
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