Los tatuajes están de moda, eso ya nadie lo duda, pero aun así no consiguen quitarse del todo de encima ese estigma del pasado de que quién los lleva tiene algo de macarra, irresponsable, pendenciero o cualquier calificativo que se os ocurra relacionado con inspirar poca confianza.
Personalmente no he tenido nunca problemas "directos" por mis tatuajes visibles, pero reconozco que yo misma me he autocensurado en más de una ocasión tapándome los brazos en alguna entrevista o evitando tatuarme zonas como las manos, que en según que situaciones serían difíciles de ocultar.
Si de verdad queremos dejar de juzgar a las personas por su aspecto (bueno, aunque no todo el mundo quiere), quizá es momento de empezar a romper con la idea de que los tattoos no son compatibles con ciertas profesiones, y precisamente con esa intención cobra vida y crece cada vez más el proyecto #Lasaparienciasengañan del fotógrafo Óscar Quetglas, en colaboración con el tatuador José Juan Real.
Bajo un lema tan claro como ¿Cuál es la diferencia? Quetglas difunde en las redes sociales fotografías que muestran personas de todas las profesiones y edades, tapando sus tatuajes o dejándolos a la vista.
¿Qué esperamos cuando vamos a la peluquería, al médico o a comprar fruta? Simplemente que nos atiendan correctamente y hagan bien su trabajo. Entonces, volvemos a la pregunta clave, ¿qué tienen que ver los tatuajes con eso?
La respuesta es obvia y si queréis ver más buenos ejemplos los encontraréis en las cuentas de twitter, instagram o facebook de Óscar Quetglas.
Yo me uno a la causa, ¿y vosotras? ¿Lleváis tatuajes? ¿Os fiáis de los profesionales que los llevan?
En Trendencias Belleza | Bernard Forever: tatuajes temporales que enamoran