Continuando con el Especial Novias 2012, hoy toca hablar de una parte quizá no tan vistosa pero si igual de importante, la alimentación.
Imagino que las semanas anteriores a una boda, con sus preparaciones, emociones y contratiempos varios, deben generar de por sí suficiente estrés como para no añadirles nervios de más empezando un régimen de adelgazamiento.
Teniendo en cuenta que ya has comprado un vestido de novia de tu talla (si no es así, quizá sea mejor opción acercarte a la tienda a cambiarlo), tampoco tiene mucho sentido perder peso, pero si vigilar la alimentación para no ganarlo y llegar al gran día sintiéndote guapa, deshinchada y ligera.
Para ello sólo necesitas modificar algunos hábitos y olvidarte de remedios más drásticos tipo ayunos etc, más adecuados para otro momento, ya que de inicio pueden alterar tu olor corporal o afectar al aspecto de la piel con la aparición de espinillas.
A continuación algunas recomendaciones que te servirán de ayuda:
Reduce el consumo de azúcar blanco. Si no puedes tomar el café sin añadirle un sobrecito sustitúyelo por azúcar integral o mejor aún cámbiate al té verde con menta, digestivo, muy diurético y antioxidante.
Eso incluye también preparados que contengan azúcar refinado, como bollería industrial, pasteles o refrescos azucarados. En momentos de tensión es fácil cometer excesos en la ingesta de este tipo de alimentos altamente calóricos, así que es mejor tener claro que vas a prescindir de ellos durante unos días.
Bebe al menos 1 litro y medio de agua al día. Te ayudará a evitar retención de líquidos, mantenerte hidratada y eliminar toxinas, algo que se refleja también en el cutis. No olvides tomar los dos primeros vasos de agua en ayunas para aprovechar mejor estos beneficios.
Consume cereales integrales. Arroz, pasta y pan en su versión integral conservan sus nutrientes (como los que hay en el salvado o germen de trigo), y aportan fibra facilitando la digestión y dando mayor sensación de saciedad.
Llena tus platos de frutas y verduras. Inclúyelas en tus desayunos, comidas y cenas. Tienen muy pocas calorías y muchas vitaminas. Te ayudarán a mantener la línea, aumentar las defensas y mejorar el aspecto y tono de tu piel.
Para aprovechar todas sus propiedades intenta consumir las verduras y hortalizas en ensaladas, a la plancha o al vapor, evitando fritos y rebozados, dos preparaciones que en general es mejor que dejes de lado en estos días.
¿Y si te apetece picotear? Zanahorías, rabanitos y apio son unos excelentes aliados ¡Tenlos siempre a mano en la nevera!
Reduce al máximo la ingesta de alcohol. Seguro que habrá momentos en los que alguna copa se haga inevitable, como la despedida de soltera o reuniones familiares, por lo que el resto de días es mejor que te pases al agua totalmente. Tu piel estará de lo más agradecida.
Olvídate de la comida basura por unas semanas, si te apetece mucho comer una pizza o una hamburguesa con sus patatas fritas, mejor prepáralas tú en casa en su versión más sana (con pan integral, mucha lechuga etc), evitarás excesos de sal y grasas saturadas, así como pasarte con las cantidades.
Incluye dos cucharadas de levadura de cerveza en tu dieta diaria. Ya sea diluídas en el zumo de naranja, espolvoreadas sobre cualquier plato o mezcladas en un aliño, complementarán tu alimentación y fortalecerán tu pelo, tu piel y tus uñas, dándoles un aspecto más saludable y bonito.
Para terminar ¡Muévete! Si no estás acostumbrada a hacer ejercicio tampoco es plan de apuntarte al gimnasio a dejarte la vida en dos semanas, pero te sentará genial salir a caminar a paso ligero durante una hora al día, cambiar el ascensor por las escaleras y practicar sesiones suaves de estiramientos.
Como ves, tampoco se trata de hacer grandes sacrificios sólo algunos cambios que te ayudarán a sentirte mejor el día de tu boda y a afrontar los días previos con mucha energía.
Al fin y al cabo es un evento para celebrar y disfrutar ¿no? Si cuidas tu cuerpo sin agobios y con mucho amor, verás como después se nota.
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