Muchas son las ocasiones en las que hemos hablado del acné, e incluso del acné en la mujer adulta, también de la rosácea que cada vez más personas la padecen y hoy vamos a centrarnos en una afección de la piel que afecta a un 1% de la población, siendo hasta unos 474.000 españoles quienes la sufren. Hablamos de la hidradenitis supurativa, o acné inverso.
Esta enfermedad de la piel, bien podríamos decir que se trata de una enfermedad "silenciosa" a ojos de los demás pero no para quien la sufre. Porque a diferencia de otras afecciones, esta se manifiesta en zonas poco visibles, especialmente donde hay pliegues, como son las axilas, por debajo de las mamas, los genitales o los glúteos. Lo que significa que son zonas que están ocultas a la vista de la gente pero por raro que nos parezca, son muchas las personas que conviven con esta enfermedad que no solamente es muy dolorosa sino que también repercute psicológicamente a quien la padece.
¿Qué es el acné inverso?
La hidrosadenitis supurativa (HS), también conocida como acné vuelto, o acné inverso es una enfermedad crónica e inflamatoria. Bajo la piel se forman pequeñas y doloras protuberancias provocando nódulos y fístulas en zonas como pueden ser la ingles o las axilas. Estas protuberancias pueden derivar e túneles debajo de la piel y cicatrices, e incluso algunos bultos o llagas se rompen y supuran pus produciendo mal olor. Se van curando lentamente pero vuelven a reaparecer.
Por lo general, esta enfermedad suele comenzar después de la pubertad e ir empeorando con el tiempo. Por supuesto, quienes sufren acné inverso, no solo sufren las consecuencias físicas de esta enfermedad, sino que también padecen las consecuencias colaterales: la depresión, la ansiedad o el aislamiento social, evitando exponer estas zonas a los ojos de los demás. Por lo que se privan de ponerse ciertas prendas de ropa, ir a sitios públicos como piscinas o playas e incluso en muchos casos afecta a sus relaciones de pareja.
Factores de riesgo
Hay algunos factores que se consideran de riesgo para desarrollar la hidrosadenitis supurativa. Por ejemplo las mujeres tienen mayores probabilidades que los hombres, las personas de piel negra, personas fumadoras, por antecedentes familiares por lo que podría ser hereditaria o personas que tienen sobrepeso.
La importancia de un diagnóstico precoz
Como cualquier otra enfermedad, es importante ponerse en manos expertas para tratar el problema antes de que vaya a más y lograr un diagnóstico certero. Ya que en ocasiones, esta enfermedad se puede confundir con otras afecciones de la piel, como la forunculosis, debido a que las primeras lesiones son muy similares. Por eso, es importante ponerse en manos de un dermatólogo que será quien diagnostique y prepare el mejor tratamiento. Aunque también el médico de Atención Primaria desempeña un papel fundamental en el diagnóstico precoz de la enfermedad.
Además, esta enfermedad tiene diversos estadíos como aclara la AEDV desde su Guía para pacientes con hidradenitis supurativas. Clasificados en tres estadíos según el sistema de estadificación de Hurley, que van desde la etapa I hasta la III, siendo esta última etapa la que presenta los casos más graves, con mayores lesiones que requerirán de un tratamiento más complejo. E incluso se puede necesitar el abordaje de la enfermedad por diferentes especialistas en coordinación: dermatólogos, enfermeros, cirujanos o la participación de psicólogos clínicos, como ha comentado la dermatóloga Carmen Suárez del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez al medio HuelvaInformación.
¿Cuál es el tratamiento?
Como ya hemos dicho, se trata de una enfermedad crónica, lo que significa que no tiene cura, pero sí se pueden paliar sus síntomas. Por lo general los tratamientos son antibióticos, corticosteroides, medicamentos inmunosupresores (fármacos que reducen la actividad del sistema inmune) e incluso en casos más graves hará falta recurrir a la cirugía para extirpar o drenar las zonas.
También se recomienda seguir ciertas pautas generales como controlar el peso, este aspecto ha demostrado ser fundamental ya que existe una correlación directa con el IMC (índice de masa corporal) con la gravedad de la enfermedad. Evitar el tabaco, no usar ropa ajustada y se recomienda la depilación láser para evitar que los pelos queden enquistados.
Fotos | Wikimedia, @womensecretofficial
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