Hace mucho tiempo que mis operaciones de manicura en casa necesitan de toda la ayuda que pueda encontrar. Uno de los mejores inventos del siglo XX fue el Corrector de esmalte de uñas y sin él estoy perdida. Hace tiempo que utilizo el de Mavala.
Cuando nos maquillamos las uñas con esmalte transparente, somos rápidas y muy diestras. Total, los errores no se ven ni en la piel ni en las mismas uñas. Otra película totalmente distinta es utilizar un color contundente: un rojo, un marrón chocolate, un granate. Ahí ya no nos sentimos tan artistas porque se nota todo, hasta el mínimo detalle.
¿Para qué sirve el corrector de esmalte de uñas?
Existen las gomas de borrar, el typex y también el corrector de esmalte de uñas. Es un artilugio de gran ayuda para hacer desaparecer los errores de manicura sobre la piel y sobre la misma uña si es necesario. Es mano de santo cuando se te manchan las cutículas de color.
Se trata de un tubo que contiene quitaesmalte y un cabezal de algodón prensado. El cabezal está en contacto con el quitaesmalte de manera que se humedece solo, está siempre listo para borrar lo que haga falta. Cuando está espachurrado de tanto borrar esmalte, el de Mavala tiene dos cabezales de recambio.
Viendo la foto superior, pocas palabras hacen falta para que veáis cómo borrar los excesos de color. Cuando hayáis terminado con la aplicación de las dos capas de esmalte de color, repasáis los picos de color aquí y allá y veréis una diferencia abismal en el acabado.
Truco para sacar el máximo provecho al cabezal
Quitaesmalte tenemos todas y bastoncillos de algodón, también. La operación borrado también puede hacerse con estos dos productos y listo. Pero la forma del cabezal está pensada especialmente para llegar a todas las zonas alrededor de la uña fácilmente. Sí, hay una diferencia cualitativa importante, al menos para mí.
Lo importante es alargar la vida útil del cabezal lo máximo posible. Pensad que al querer borrar esmalte rojo, el esmalte queda pegado al cabezal: hay que utilizarlo inteligentemente si queréis que os cunda. No vale pintarse las uñas a lo loco pensando que tienes una goma de borrar fantástica. ¡Tendrías que comprar un corrector nuevo cada vez!.
Mi truco es pasar el cabezal sobre un kleenex inmediatamente después de borrar el esmalte. De este modo, el esmalte se pega más en el kleenex que en el cabezal. Así dura muchísimo más. Con todo, el corrector y sus tres cabezales me suelen durar un año así que no me importa invertir los 14 euros que vale. Mi operación manicura es menos traumática, tanto en manos como en pies cuando llega el verano.
Más información | Mavala
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