¿A qué llamamos productos clones? Pues a todos aquellos cosméticos que son sospechosamente parecidos a otros mucho más caros, situación que se aprovecha por parte del consumidor para obtener lo mismo por menos euros. En realidad podemos hablar de 3 tipos de clones: los de perfumes, los de cremas y los de maquillaje.
En general los de perfume son aromas muy parecidos a los punteros del mercado pero que se evaporan inmediatamente o no se quedan tanto tiempo en la piel. Y no estamos hablando de esas imitaciones que se venden en los Todo a Cien, sino de perfumes con nombres y apellidos que huelen muy parecidos a otros. Por ejemplo la colonia Zinnia huele muy parecida a Eau de Rochas.
Cuando hablamos de maquillaje nos encontramos con productos que tienen el mismo colorido, o muy similar, o bien que realizan la misma función, normalmente innovadora, del producto puntero en el mercado. En este caso las propiedades son mucho más parecidas al producto original que en el caso de los perfumes, aunque no lleguen a su calidad. Por ejemplo, el corrector iluminador de Art-Decó (en perfumerías Douglas) es considerado el clon del Touch Eclat de YSL.
Por último en el caso de las cremas ocurre algo muy curioso, y es que como muchas empresas grandes comercializan varias marcas (unas de gama alta y otras de gama supermercado), nos encontramos en los estantes de la perfumería con productos prácticamente idénticos en horquillas de precio (y por tanto de target de consumidor) muy distintas. Por ejemplo, la crema Hydrafresh de L'oreal es un clon de la crema Aquasource, de Biotherm (que pertenece a la misma multinacional).
Es muy común en los foros de belleza el estar al acecho de todos estos productos y publicar listas interminables de ellos. En próximos posts os informaremos de cuáles son los más usuales para que podáis aprovecharos de esta circunstancia en la época de crisis que estamos pasando.
