Estamos en la época en la que nuestros pies necesitan más cuidados, las altas temperaturas pueden causarnos sequedad, roces, hinchazón… por suerte también es el momento más adecuado para relajarnos y encontrar muchas maneras de darles descanso, hoy en nuestro especial Manicura y Pedicura vamos a hablar de algunas de ellas.
Calzado cómodo y mimos extra
Tanto si estamos de vacaciones o no el verano invita a pasar más tiempo al aire libre y a caminar muchos más. Unas sandalias de tacón pueden ser divinas para pasar un rato, pero si tenemos previsto dar un largo paseo lo mejor es elegir un calzado cómodo con el que poder disfrutar sin consecuencias dolorosas.
Lo ideal es que no sea ni muy alto, ni tampoco plano del todo, si probáis a andar con chanclas todo el día (servidora alguna vez lo ha hecho por descuido) notaréis como se cargan los gemelos, rodillas o incluso afecta a la espalda.
Con unos tres o cuatro centímetros de tacón, una suela flexible y una forma que sujete pero no aprete los dedos ya estaremos listas para recorrer lo que haga falta, también hay modelos muy bonitos de este tipo y si elegimos un esmalte para las uñas que combine tendremos belleza y comodidad todo en uno.
Aun así no podemos dejar de pensar en la hidratación, sobre todo en los talones, con algún aceite o crema específica. Para los días de mucho calor a mí me gusta tener aloe vera fresquito en la nevera y darme un buen masaje desde la punta de los pies hasta los gemelos. Además de nutrir la piel la sensación es muy agradable.
Pequeños gestos, grandes satisfacciones
Cuando los pies están hinchados y doloridos nada mejor que un baño de agua tibia con sal, (aunque personalmente la prefiero fría) al que también podéis añadir algún aceite esencial para relajar y disfrutar de su aroma.
Una vez enjuagados y secos es un buen momento para ponerlos en alto y reactivar la circulación, en la cama apoyándolos en la pared, en el sofá o en cualquier superficie que permita elevarlos de forma cómoda durante un tiempo. ¡Yo he llegado a leerme novelas enteras así! Sin duda es una de mis actividades favoritas de las vacaciones.
Volviendo al baño, en la ducha podemos aprovechar para masajear tobillos, pies y gemelos alternando chorros de agua fría y caliente para relajar músculos y articulaciones, activar el flujo sanguíneo y tonificar la piel, como si estuviéramos en el mejor de los spas.
Aunque el mayor de los placeres para mí en estos días es poder caminar descalza por la playa. Sobre la arena, con los pies en la orilla o con el agua hasta los tobillos, cada forma tiene sus beneficios (tonificación, hidratación etc.) aunque hay que vigilar con no excedernos en los primeros paseos o acabaremos con agujetas.
A falta de playa el césped del parque puede ser un buen sustituto para descalzarnos y relajar un rato los pies, a mi me encanta hacerlo a primera hora cuando está recién regado y todavía huele a hierba mojada.
Para terminar se puede aprovechar cualquier pequeño rato sentadas, viendo la tele o incluso trabajando delante del ordenador, para estirar los pies y hacer rotaciones de tobillos, así evitaremos tensiones si pasamos tiempo sin movernos.
Seguro que vosotras también conocéis muchos trucos para calmar los pies en estas fechas (necesidad obliga) ¿Nos los contáis?
Fotos | The Blonde Salad | Ángelo González
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