Con toda la información que tenemos hoy día a nuestro abasto, ya hemos asumido que los cuidados cosméticos incluyen más zonas que simplemente el rostro. El ritual cara y cuello ya lo hemos asumido (espero).
Las que además queréis a vuestro escote y no le negáis crema, estáis manteniendo elástica y firme a una zona delicada, con un grosor de piel muy fino que se estropea fácilmente. Por eso hay tratamientos específicos para cuello y escote: para cubrir sus necesidades específicas. ¡Y vaya si funcionan!
¿Sabéis realmente porqué? Fijaos que el escote no tiene músculo: su soporte es el cuello. Si no gozas de músculos pectorales firmes, no sólo cae el pecho sino que se arruga el escote. Una solución eficaz donde las haya: ejercicios con pesas o flexiones.
Pero una zona de la que poca gente se preocupa es la nuca: está ahí detrás, medio escondida por el cabello, aunque sólo la veas en la peluquería cuando te reflejas en el espejo para admirar tu nuevo look, pero es tuya también.
La piel de la nuca hay que cuidarla para la posteridad porque esa zona sí que, como se estropee, no hay quien la repare. Bueno, sí, el cirujano plástico, pero no hará falta si tienes la precaución de pasar tus manos con el resto de crema en vez de fregarla en la toalla.
Me pregunto cómo tendrá la nuca Carmen Sevilla, ella que presume ante las cámaras de utilizar un trozo de cinta adhesiva para que su cuello luzca un planchado que no tiene ...
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