Seguramente que muchas de vosotras tiene por casa algún lapicero de ojos que ya no usa o que simplemente nunca pintó demasiado bien pero su color os encantaba. Pues para volver a desterrarlo de las tinieblas más oscuras y encima conseguir una sombra muy chic solo necesitas ir rápidamente a por tu lapicero y un gloss transparente.
El resultado será completamente diferente, mucho más fresco y brillante, y le sacaremos partido a ese color que antes no nos aportaba apenas nada. ¿Cómo conseguirlo?, es muy fácil, veréis.
Una vez que ya tengamos la piel preparada para ser maquillada aplicaremos un poquito de gloss sobre el parpado móvil, tampoco en exceso para que no se nos acumule, a continuación cogeremos el lapicero y nos pintaremos el párpado, gracias al gloss deslizará mejor y el color será más intenso, aplicando cuanto queramos hasta conseguir la intensidad que más nos guste.
Con el dedo batiremos la sombra que hemos creado para que se mezcle bien y quede uniforme. No nos olvidemos que como cualquier otra sombra en crema, debemos difuminarla al paso de unas horas para volver a extender el producto que se acumula en los pliegues.
Muchos grandes maquilladores recurren a este tipo de trucos y mezclas para crear nuevas sombras y combinaciones. Si te atrevés y con un poco de maña conseguirás personalizar tu propia sombra. Desde luego que el resultado es muy jugoso y eléctrico y en estos tiempos de crisis, aprovechar cosméticos que teníamos olvidados siempre viene bien.
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