¿Habéis desayunado ya? Si todavía no, quizá sea mejor que lo hagáis primero antes de leer este post, ya que viene a romper con una de esas creencias que hasta ahora parecían sagradas.
Según cuentan en la revista Time (publicación para tomarse en serio) hay dos nuevos estudios que apuntan a que saltarse el desayuno podría no influir negativamente en el conjunto de una dieta saludable o incluso a la hora de perder peso.
Ambos han sido publicados en la revista American Journal of Clinical Nutrition. En el primero Investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham realizaron un ensayo clínico de 16 semanas observando a participantes con sobrepeso y obesidad divididos en dos grupos, los que desayunaban y los que no, y comprobaron que este factor no tuvo ningún efecto en la pérdida de peso de los participantes.
El segundo ha ido todavía más allá, examinando los vínculos causales entre comer algo por la mañana y mejorar el metabolismo o pasar menos hambre durante el día y ha llegado a la conclusión de que estas relaciones no son demostrables.
Aunque por otro lado sí ha reconocido que desayunar predispone a quemar más energía durante la actividad física y mantener unos niveles de azúcar en sangre más estables en la tarde-noche.
Hay que tener en cuenta que en el primer estudio no se ha controlado la ingesta de comida, lo que podría afectar mucho a los resultados, pero las investigaciones continúan, así que mientras ya podemos irnos haciendo una idea más flexible sobre el tema.
Por mi parte a mí me encanta desayunar, así que no pienso dejar de hacerlo, pero también conozco gente que no tiene nada de hambre por las mañanas y prácticamente se obligan a comer algo de mala gana.
Siempre me ha parecido que comer sin hambre no tiene mucho sentido y quién sabe, ahora resulta que quizá hacerlo a primera hora del día ni siquiera valga la pena.
Foto | Nomadic Lass
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