Las vimos el año pasado en las pasarelas, después dieron el salto a las redes sociales y de ahí han pasado a ser tendencia este verano. Son las “clumpy lashes” y engloban todo lo que llevábamos odiando hasta ahora al maquillarnos las pestañas, léase grumos, acumulación, pegotes, virutas… en definitiva, ¡una pesadilla hecha moda!
Nunca he sido muy habilidosa con la máscara de pestañas, así que imagino que debería alegrarme de que este tipo de torpezas se acaben convirtiendo en una virtud, pero sigue sin convencerme como quedan, además esta técnica puede acabar dañando nuestras pestañas si no tenemos en cuenta un mínimo de precauciones. Si estás pensando en apuntarte, toma nota.
Capas y más capas
Aunque de vez en cuando se nos puede escapar algún grumo al maquillarnos, este efecto exagerado no se consigue con una aplicación normal, sino que hay que añadir capas y más capas, para después sumar más pegotes y juntar las pestañas utilizando la punta del cepillo.
El resultado, además de artificial, endurece muchísimo las pestañas, haciendo por una parte que se partan con más facilidad y por otra que se debiliten y puedan caer antes de tiempo.
Esto también dificulta su retirada por la noche y es probable que nos queden restos que no solo dejan la almohada hecha un cuadro, sino que también contribuyen a que las pestañas se rompan.
Cómo evitar problemas
Es necesario siempre, pero con este look todavía más, se hace imprescindible desmaquillarse antes de dormir. Con paciencia, sin restregar y utilizando algún producto suave pero eficiente, como el aceite de jojoba. Un truco para evitar frotar la zona es dejar reposar el algodón con desmaquillante sobre el ojo unos segundos antes de retirar o aplicarlo sobre las pestañas con un bastoncillo, hasta que el color se elimine por completo.
Lo mejor es evitar las máscaras waterproof para no hacer el proceso más difícil y escoger las que consiguen dar espesor y volumen con menos número de capas, como Miss Manga de L’Oréal o la Colossal Chaotic Lash de Maybelline que está ideada precisamente para conseguir el efecto “pegote”.
Las pestañas vuelven a crecer, pero tardan unos dos meses en hacerlo, así que tampoco es cuestión de acelerar su proceso natural de caída solo por seguir una moda, que por cierto, combina a la perfección con el #Hangovermakeup. ¿Qué será lo siguiente? ¿dibujarnos patas de gallo? ¡Ah no! que ante todo hay que parecer joven, casi se me olvida.
Fotos | Instagram mariavittoria_makeup | jamienelson6 | kendrarmcphee
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