Ojo al dato: Las personas que tienen “carita de niño” viven más que aquellas que aparentan tener más años que los que en realizad tienen. Esa afirmación es la que se destila de un estudio realizado por científicos daneses.
El estudio tiene una doble vertiente. Por una lado la psicológica, y es que la apariencia puede determinar la longevidad de la persona. Al vernos más jóvenes, nos sentimos más jóvenes y contagiamos a nuestro organismo de esa juventud.
Y por otro lado, está la explicación biológica que es la que nos puede arrojar más luz. En nuestro ADN, existen unas piezas clave denominadas telómeros, que determinan la capacidad que tienen las células para reproducirse. Cuanto más largos sean los telómeros más amplio será también el periodo de tiempo en el que nuestra regeneración celular funcione correctamente.
Y según el estudio de la Universidad del Sur de Dinamarca, las personas que tienen cara de niño tienen los telómeros más largos, por lo que son menos propensos a morir antes de tiempo y más proclives a conservarse jóvenes.
Personalmente me parece un estudio un poco superficial, o por lo menos las conclusiones a las que yo he leído. Una cosa es tener cara de niño y tener la piel fatal y no cuidarse y otra el conservarse bien para la edad que uno tiene. Con esto quiero decir, que el tener cara de niño no implica estrictamente estar bien cuidado.
Vía | Chance En Arrebatadora | Fórmula de la juventud: sexo tres veces por semana, Consejos anti-edad