El blanco de nuestros globos oculares generalmente nunca es “ultrablanco”. Dejando a un lado las irritaciones alérgicas que hacen que enrojezcan, así como los esfuerzos visuales que realizamos por ejemplo en frente de la pantalla del ordenador, hay que vigilar la aparición de nuevas venitas.
Las venitas en los ojos oculares pueden ser genéticas y acompañarnos siempre. Pero en otras ocasiones, pueden ser consecuencia de problemas infecciosos, inflamatorios o hipertensión o incluso también del uso de las lentillas.
Si últimamente has notado que han aumentado las venitas en tus ojos, te recomiendo que vayas al oftalmólogo y que él mismo investigue el origen de su causa y te recomiende el tratamiento más adecuado a seguir. Te recomiendo que descartes los colirios cosméticos que aseguran devolver el blanco a tus ojos porque generalmente tienen propiedades vasoconstrictoras. Esto quiere decir que disminuyen el riego sanguíneo en los capilares, y así se notan menos, pero puede ser contraproducente para nuestra salud ocular.
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