Seguro que la reconocéis de la serie Modern Family, de la que soy fan total, Sofía Vergara es una de sus protagonistas, dicen que la serie se inspiró en su propia experiencia: mujer sexy latina, divorciada, que forma una nueva familia con un hombre mayor. Hoy es protagonista de la portada de Vanity Fair.
Me declaro enamorada de Vergara, su estilo, su sonrisa, esa manera de reírse de sí misma. De cómo habla, y trata en el cine, su acento colombiano, de la edad, las curvas y la industria de Hollywood.
Lo siento por las actrices veinteañeras a las que comparan conmigo. Si yo tuviese esa edad me pondría ‘brava’ que me comparasen con una vieja de cuarenta.
No me digáis que la frase de Vergara no es de las que hacen daño a las nuevas aspirantes a actrices y mujeres latinas en busca de dominar el mercado americano. Esta imagen me encanta, vivan las curvas, las mujeres orgullosas de ello y ese color de labios frambuesa.
El tema de las mechas más claras no me convence, me da la sensación de otra década, me gusta más su melena oscura, o bien lisa del todo, o bien con volumen. La manera en que se saca partido, esa mirada intensa oscura, el suave ahumado, el delineado.
Me gustaría volver a la portada, a los ocres, al trabajo del maquillaje en el pómulo, a ese labio rojo oscuro… de diez.
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