A todos nos ha salido un granito inoportuno en algún momento y ahí es donde viene de perlas el stick anti-imperfecciones de Vichy, uno de los básicos que no faltan nunca en mi cuarto de baño y en mi bolso. De hecho tengo dos, uno en cada sitio. Es, como su nombre indica, un stick tipo concealer, con sustancias secantes de las imperfecciones, que hace dos funciones a la vez: seca e intenta disimular el granito.
Tiene un tamaño pequeño y se puede llevar a cualquier sitio, lo que favorece el retoque a lo largo del día. Es muy eficaz contra las rojeces que acompañan a estas imperfecciones e incluso logra que el tamaño disminuya un poquito con pocas aplicaciones. El concealer que lleva el stick es muy suave y se aplica fácilmente, se puede difuminar sin esfuerzo y dejar el efecto deseado según la gravedad del problema.
El stick pertenece a la gama Normaderm y cuesta unos 11 euros, y contiene agua de Vichy para purificar la zona y un alfa-hidroxiácido para tratar la imperfección. Lo que no me gusta es que sólo tiene un tono, que puede ser un poco fuerte para algunos tonos de piel, y dura poco sobre la piel, por lo que hay que estar retocando continuamente.