Nos vemos el pecho frente al espejo todos los días al salir de la ducha y nos parece que no ha variado nada en su aspecto (no en todas, claro), pero si tuviéramos una foto del pecho de hace unos años y la comparáramos con una actual veríamos los efectos de la gravedad en un momento.
Los cirujanos plásticos y estéticos tienen un truco para saber si una paciente tiene el pecho caído, es una cuestión de centímetros. Se mide la distancia entre la base del cuello (donde se unen las dos clavículas) y el pezón. Lo más normal y genérico es que esa distancia mida entre los 18/21 cms, cuando es superior se puede empezar a decir que la mama ha cedido por el paso del tiempo, la falta de ejercicio, la maternidad, la elasticidad de la piel, etc.
Por eso la importancia de cuidarnos esta parte tan femenina al máximo, con los años agradecerás el uso de un buen sostén, no abusar de las dietas, hacer ejercicio y tener esta parte de nuestro cuerpo muy hidratada.