Toallitas desmaquillantes hay muchas, la mayoría para utilizar en seco, ya que la toallita viene impregnada de algún producto desmaquillador. Sin embargo existen en el mercado también unas toallitas espumosas, es decir, que hacen jabón, producto en el que Olay fue pionera. Se trata de unas toallitas que vienen dobladas y secas en una cajita de plástico (que luego se puede aprovechar para guardar artículos de maquillaje), de un tamaño un poco mayor que las toallitas normales.
Un lado de la toallita es más rugoso, con una especie de esferitas que al contacto con el agua se hinchan y realizan un efecto exfoliante sobre la piel; el otro lado es liso y sirve para pasar después por la cara y terminar así el desmaquillado. Además llevan semilla de uva y vitamina E para no dejar de cuidar la piel del rostro mientras limpian.
En este momento son mis favoritas y han desbancado al gel limpiador, ya que la espuma que generan logra una sensación de limpieza muy agradable, y realmente la exfoliación se nota, sin llegar a ser agresiva. Además su tamaño hace que sirvan perfectamente para toda la cara, rímmel incluido. Por último os voy a dar un consejito en época de crisis: debido a su tamaño grande, podéis cortarlas en dos mitades y la cajita os durará el doble. La mitad de la toallita sigue siendo suficiente para un buen desmaquillado, sobre todo dada la espuma que genera, que es la que realmente limpia la piel.
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