Todo sobre el maquillaje mineral

El maquillaje mineral llegó arrasando al mundo de la belleza hace pocos años, utilizando como reclamo el lema de que los maquillajes tradicionales usaban demasiados aditivos y no todos buenos para nuestra piel. Entre estos aditivos estarían el aceite mineral, los colorantes, el talco y los perfumes que se les añaden. El maquillaje mineral está compuesto exclusivamente por los pigmentos, que son los que le dan el color, y prescinde de todos los demás ingredientes, aunque también se pueden encontrar marcas que dicen haber añadido componentes beneficiosos para la piel en su mezcla.

En cualquier caso lo que sí está demostrado es que no produce reacciones en pieles sensibles, debido a la ausencia de perfume y colorantes, y además no ensucia los poros, uno de los caballos de batalla de las mujeres con piel grasa. Tampoco produce ni empeora el acné y sí que permite una gran cobertura sin que se note demasiado que se va maquillada.

Ante estas maravillas ¿cuáles son sus contras? La principal desventaja es la aplicación, que no es nada fácil. Ha de aplicarse con una brocha kabuki o similar (gruesa) y se debe "empapar" la brocha en polvos, colocándolos previamente en alguna superficie para que la brocha quede totalmente impregnada. Después se aplican en la cara con movimientos firmes y circulares. Su gama de colores es inferior a la de los maquillajes tradicionales y, aunque ya van apareciendo en el mercado, como los de L'oreal, son difíciles de encontrar, y sus adictas suelen comprarlos por internet a marcas como Bare Escentuals o Alima. Las grandes marcas de cosmética parecen no haberse subido aún a este carro.

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