Uno de mis diseñadores fetiche es Tom Ford. Me encanta la imagen que proyecta y todo lo que propone: ya no sólo en lo que a moda (femenina y masculina) representa, sino me gustan sus propuestas de belleza y los packagings usados para sus colonias.
Así que no os ha de extrañar que me gusta el resultado de su campaña de maquillaje Otoño-Invierno 2012/2013. Siguiendo las premisas que tanto lo caracterizan él posa al lado de la modelo Snejana Onopka.
Y él es el único capaz de hacer añicos mi teoría de pintarse los ojos o la boca, pero nunca ambos. Y es que, como en todo, nos muestra que hay una excepción que confirma la regla. Labios de un rojo intenso y seductor junto a párpados pintados en tonos de lo más parecidos.
Me gusta el smoke eyes usado para la imagen y que hayan optado por un recogido echado hacia atrás: con la melena suelta quizás hubiera sido too much.
Pero que me guste el resultado no significa que me vea capaz de lucir igual que ella: yo siempre seguiré fiel a mis pensamientos, y si me pinto mis labios de un rojo intensa jamás recurriré a las sombras de ojos...
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