Cada vez son más numerosas las marcas de cosmética que ofrecen también servicios de belleza. La Alqvimia es una de ellas, elabora sus propios productos de venta y los protocolos de tratamiento (pasos a seguir). Hoy os voy a hablar de uno de ellos: Manos Perfectas.
Lo probé cuando presentaron su crema de manos Perfect Hands, la podéis ver en la foto principal. Una crema de manos anti-edad con un poder de absorción y resultados excelentes.
Es uno de los varios productos que se aplican durante el tratamiento Manos Perfectas. El objetivo es hidratar, nutrir, regenerar y despigmentar la piel de las manos. Ideal para manos estropeadas por manchas, rojeces, sequedad y grietas. ¡O todo a la vez! Se recomiendan 10 sesiones, una por semana, para una puesta a punto intensiva.
La esteticista empieza por limpiar las manos húmedas con el Gel de Baño de Árbol del Té. La fórmula es fungicida para mayor limpieza. Es muy agradable cuando lo retiran con oshiboris, esas pequeñas toallas mullidas tan apreciadas en Japón.
Lo habéis adivinado, el segundo paso es exfoliante. Para ello mezclan en un bol sales del Mar Muerto con la crema de manos hasta obtener una crema exfoliante. Masajean manos y muñecas generosamente. Como me encantan los masajes, en el segundo paso ya estaba relajada.
Una vez terminado, se retiran los restos de las sales y se aplica el tónico de Azahar. Este tónico se presenta con un brumizador, como los vaporizadores de agua termal. Además de agradable, huele de maravilla. Manos tonificadas, frescas, lisas y perfumadas.
El siguiente paso es el masaje propiamente dicho. Del mismo modo que nos aplican la mascarilla facial tras el masaje durante una limpieza de cutis, el masaje de manos lo realizan en Alqvimia con Smooth Hands and Nails Oil.
Ver preparar la mascarilla a la esteticista es una curiosa experiencia. Preparan una mascarilla plástica con varias gotas de aceites esenciales: 1 de lavanda, 1 de patchouli y 1 de limón. Relajante y blanqueador. Os conté que los aceites esenciales de la marca son de la mejor calidad.
Una vez mezclado correctamente en el bol, se introduce la mascarilla plástica en un guante de látex. Sin tiempo a pestañear, te ayudan a introducir la mano dentro y aseguran la muñeca para que no salga producto. Os aseguro que es todo un arte, no es tan fácil como parece.
Aquí tenéis la prueba, esta es la que realicé yo a mi compañera de taller. La mano debe estar cubierta homogéneamente por el producto que, tras el tiempo de aplicación, se solidifica en un plástico seco y blando.
Durante esta exposición con la mascarilla, la piel se beneficia de los ingredientes activos y las cervicales de un masaje. La esteticista lo realiza mientras esperas a que se seque el producto y sales como nueva. ¿Hay alquien a quien no le guste un masaje de cervicales profesional? Yo quisiera uno cada día.
Retirar la mascarilla plástica seca es muy fácil, se despega muy bien. Quitan los guantes, eliminan los restos, tonifican de nuevo con el brumizador de Azahar y finaliza el servicio con la aplicación de la crema de manos Perfect Hands.
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