Aplicarse la base de maquillaje tiene su arte, no se trata de ponernos una máscara si no de disimular imperfecciones, igualar el tono de la piel y lograr un efecto transparente y natural. Lo idóneo es echar mano de algunos trucos para que el resultado sea perfecto.
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Los brillos se eliminan con un pañuelo de papel antes de aplicar los polvos o con un toque de corrector.
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Para disimular el surco nasogeniano (de las aletas de la nariz a la comisura de los labios), se aplica a lo largo de él base de maquillaje más clara.
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Las arrugas del contorno del ojo son más complicadas de maquillar por eso antes de aplicarlo nos damos un toque de crema hidratante y dejamos que se absorba por completo.
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Si notamos que nuestro cutis está como opaco y sin color natural la noche anterior hay que hacerse una exfoliación ligera y aplicarse antes de maquillarse una ampolla flash de belleza inmediata.
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Si no te gusta el color del maquillaje una vez aplicado, intenta rebajarlo pero nunca te eches otro encima. Coge un algodón con un poco de tónico y date pequeños toques sin arrastrarlo por la piel, sécate con un pañuelo y con el otro tono date pequeños toques sobre la piel.
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Si tienes ojeras date un corrector más claro antes de la base para disimularlas por completo.
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Un truco que no falla para las que pasadas unas horas ya no tienen sombras ni carmín es aplicarse un poco de base antes de maquillarlos, te duraran toda la jornada.
Como ves no esta difícil solo es cuestión de un poco de maña y practicar a menudo.