Imagino que todas tenemos en mente el clásico truco de pellizcarte las mejillas un poquito antes de quedar con alguien, o cuando vas a una entrevista, para conseguir ese efecto momentáneo de mejillas rosadas naturales. Bueno, pues esos pellizcos, y otros movimientos, se pueden convertir en un automasaje facial.
Fundamental, seguir la dirección de los músculos faciales, hacia arriba y hacia afuera. Las herramientas, el dedo índico y pulgar, tonificaremos la piel y los músculos, la circulación, activando las zonas por donde vayamos aplicando el masaje.
Como se ve en el vídeo, partimos del centro del mentón hacia las orejas, de ahí al labio superior (la zona más conflictiva en el futuro), y los pómulos. Iremos zona a zona dando pequeños círculos ascendentes.
Me ha hecho mucha gracia lo de tirar de las orejas, nunca lo he hecho y me da que va a ser una rutina a tener en cuenta. La parte de masajear el cuello y el escote está claro que es vital, aunque ahora el otoño ya esté cerca, es bueno mimarnos también ahora.
A larga, el óvalo facial llegará a tener una forma más firme, y si a eso le añadimos los cuidados de la piel de los que estamos hablando estos días, mejor que mejor.
Vía | Belleza Pura
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