Todas sabemos que en cuestión de belleza algunas zonas son especialmente sensibles… ¿Habéis visualizado en este mismo instante contorno de ojos, labios y cuello? Tengo la certeza de que la mayoría de nosotras somos conscientes de nuestros puntos débiles. El verano se puede convertir en un enemigo de peso cuando lo que queremos cuidar es la evolución del cuello y escote, porque son zonas especialmente expuestas al sol.
Fragilidad de la piel, muy carente de grasa y los constantes movimientos a los que normalmente están sometidos, hacen que por norma general, ambos delaten el envejecimiento de forma muy prematura.
La genética influye, pero circunstancias aparentemente tan inofensivas como dormir de lado o hábitos de última generación como mirar el teléfono, lo hacemos constantemente y con la cabeza inclinada hacia abajo, son determinantes a acelerar el proceso de envejecimiento.
Sé que en otras ocasiones he escrito sobre cuidados específicos para el cuello, pero es verano y no está de más recordar. El sol, sin la protección adecuada, lo perjudica en gran medida debido a las características una piel finísima, que envuelve músculos muy potentes. El escote es especialmente vulnerable a presentar arrugas, manchas y deshidratación.
¿Cómo actuar en verano?
La cuestión en la que deberíamos centrarnos es no tener que lamentarnos y ser prácticas, recurriendo a la prevención o en su caso, evitando el aumento de los daños que ya presentemos. ¿Recordamos lo más sencillo?
- Es importante ser consciente en todo momento de que bajo el sol, tanto cuello como escote, requieren un mimo especial, y la utilización de un factor de protección alto.
- Si notas la más mínima sensibilidad en la piel de esa zona, no dudes en cubrirla, más aun si estas tomando el sol en “horas prohibidas”.
- La hidratación es fundamental para prevenir la pérdida de elasticidad. Recuerda beber dos litros de gua al día como mínimo, porque mantener el organismo hidratado es más “poderoso” que las soluciones que aplicamos de manera tópica.
- Después baño de mar o piscina no dudes en aclarar con agua clara y reaplicar hidratación con protección.
- Practica ejercicios de estiramiento y relajación de los músculos faciales porque colaboran a la prevenir e incluso mejorar el cuello. Obligan a tonificar y activar, y recuerda que activar la circulación favorece la síntesis de colágeno.
- Una dieta sana, baja en azúcares y harinas refinadas, ayuda a mejorar la elastina y la producción de colágeno. El verano es un momento óptimo para disfrutar de frutas y alimentos poco procesados.
Buenos hábitos posturales
¿Sabéis que la aparición del teléfono móvil ha provocado además de la aparición de más tempranas y nuevas arrugas? Lo ideal sería tener la voluntad de mantener el mentón alto ante los teléfonos y el ordenador. ¿Lo consideráis difícil? Todo es cuestión de ponerlo en práctica.
Adquirir la costumbre de ir bien derechita: si miras con un espejo el óvalo de tu perfil podrás observar la enorme diferencia que hay entre mantener una posición erguida y rostro elevado, a no hacerlo. Eso solo depende de ti.
Las líneas verticales marcadas en el escote es otro de los síntomas del paso del tiempo y suelen aparecer simplemente por dormir de lado. Lo ideal sería descansar boca arriba, pero hay que ser realistas: descansar es hacerlo de la manera más cómoda, así que puedes recurrir a las almohadas destinadas a este fin, como Pillow Bra o Intimia.
Lo más importante
No olvides nunca tratar tu cuello y escote con la misma constancia e interés que lo haces con el rostro. Puede que todavía no tengas signos del paso del tiempo, pero recuerda que cuando se coincide y se incide en un tema es por algo, y que si no previenes, experimentarás como ambos serán los que antes presenten signos de envejecimiento.
Ahora puedes actuar de la manera más fácil. Es verano: evita los daños solares.
Imagen| engin akyurt en Pixabay , 2# Martin Str en Pixabay
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