Un día con un maquillador profesional de Dior: Norman Pohl

A veces los sueños se cumplen, y he conseguido pasar una mañana con Norman Pohl, maquillador oficial internacional de Dior. Tras la reciente Eurocopa, y dado que soy una fan declarada del deporte, intercambiamos unas cuantas felicitaciones y condolencias entre el inglés, el español, y un poco de italiano. Aún no sé alemán...

La cita consistía en descubrir los secretos de los maquilladores profesionales, y he de confesar, que no iba mal encaminada... Primero, una hidratación. La llevaba de casa con mi protección del 40. Segundo, aplicación de serum. Pohl lo hizo como si fuera un masaje, y puedo aseguraros que empecé a sentirme como una estrella con todas las luces del tocador, la silla alta, las miles de brochas, la traductora de alemán...

Segundo, la elección de la base del maquillaje. Discreto, hace muuuucho calor, y de mi tono, algo que no siempre consigo... tercero, con una brocha muy suave, aplicación de la base de maquillaje que por lo que me dijeron, era válida para todo el día y, sobre todo, en verano. Creo que es una gran idea encontrar maquillajes más ligeros para el calor y no emplear los mismos que en invierno. Igual que hacemos con las cremas, las sombras, las barras de labios....

Cuarto, el iluminador... me he resistido siempre a utilizar esta aplicación, pero los efectos... dicen que así tendremos apariencia de haber dormido 10 horas... no sé si diez horas, pero descansada sí. Otra novedad, de nuevo aplicación con los dedos... ¡fuera el mito de los millones de brochas!

Quinto, el colorete. Sorprendida, dos tonos. El primero, más rosáceo, y hacia el final de la cara en ascensión. Un poquito de maquillaje para cubrirlo de nuevo, y después, el segundo colorete. Nunca lo había pensado, y me parece una gran manera de tener un rubor adecuado en la primera y en la segunda capa. Más natural.

¿Lo más curioso? La aplicación de polvos estilo de seda para que la base del maquillaje sea más duradera... (Según me dijo Norman Pohl, Sharon Stone los utiliza siempre en la alfombra roja).

Después, las líneas de los ojos. Gran consejo: ninguna somos capaces de aplicarnos la línea negra de ojos perfecta, y ni siquiera Norman, por lo que he aprendido un nuevo truco: hazlo desigual, y luego difumina. La sombra me ha sorprendido, no pensé que fuera a ser en tonos oscuros: verde oliva, y un toque de brillo.. ¡¡con sombra dorada!! eso sí, aplicada ahora con los dedos, y apenas dos toques por párpado. El efecto, realmente brillante.

Y para terminar, el rimel... y sin abrir la boca. Varias pasadas con la mirada para abajo, varias pasadas con la mirada para arriba, y un par de pestañeos cerrando bien los ojos. No es como el anuncio, pero quedan realmente alargadas. Y los labios. Con un perfilador rellenamos los labios y, con un tono mayor, aplicado con pincel, la barra de labios. (Sigo prefiriendo los labiales en barra, aunque claro, no soy profesional...)

En total, 45 minutos. Eso sí, el efecto, perfecto. Y lo peor... como no podía ser de otra manera... el precio de los productos... Dior, es Dior, y ahora de rebajas, me he dado un capricho, pero mi economía no aguantaría todos los productos empleados. Aunque me quedo con las ganas.

El adiós al maquillaje... tras más de 12 horas perfecta, ni la sombra, ni el rimel, ni el maquillaje, nada se había movido de su sitio... ¡¡ni siquiera el color de los labios aún comiendo!!, llegó el momento de despedirme del maquillaje... he aprendido que tengo que comprar un desmaquillante mejor... el mío no funciona. Y espero que el vuestro sea también bueno.

(Norman Pohl es el segundo de la fila de arriba por la derecha)

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