El mercado de las brochas y pinceles de maquillaje cada vez es más amplio y surtido, con nuevas e interesantes marcas que conviven con las firmas más tradicionales y emblemáticas como es el caso de la firma Chanel.
Hoy os quiero comentar mi experiencia con estas brochas donde el glamour y la sofisticacion están presentes como siempre ocurre en la firma francesa aunque vamos a comprobar si su suavidad, flexibilidad y calidad, también están a la altura de la marca.
Lo primero deciros que estas brochas que os muestro son en dorado y negro, se ven muy sofisticadas y elegantes, ¿verdad? En la actualidad estas brochas se comercializan en negro y plateado para la edición europea desde hace relativamente poco tiempo, supongo que es un intento por parte de la marca de asemejarse al resto de brochas que se venden en el mercado como MAC o Sigma.
Por otro lado reconozco que pierden algo de personalidad e identidad propia y esto también es importante como sucede con las brochas de Bobbi Brown que tienen una distintividad clara en negro y color madera.
Dentro de las brochas de Chanel nos encontraremos con que algunas están numeradas y otras no. Las brochas pertenecientes a esta manta que os vengo a mostrar son de la edición americana y no tienen numeración, aunque en su versión europea solo cambia el tono dorado por el plateado.
Su pelo es natural y se nota especialmente en que los pelos de las brochas algunos están más ondulados que otros e incluso hay algún pelo de otro color, aunque yo personalmente prefiero las brochas sintéticas.
Las brochas de Chanel
Comenzaré con la Powder Brush, como podeis ver se trata de una brocha muy tupida y con un mango muy ancho. Lo que es la brocha en sí es mucho más estrecha por abajo ensanchándose en la parte de arriba a la vez que se abomba.
Esta brocha se usa especialmente para aplicar los polvos ya sean sueltos o compactos. Para el colorete quizás es demasiado grande pero tampoco es que no se pueda usar para ello.
El tacto de esta brocha es suave pero no de las más suaves que he probado, ya que en el rostro se me hace algo áspera, para una piel sensible y fina como la mía.
La siguiente brocha es esta biselada que veis en la imagen. El mango es bastante más fino y corto que la anterior, por lo que se hace específica para esculpir el contorno del rostro. Esta brocha tiene el mismo tipo de pelo que la anterior, por lo que se me hace igual de fuerte.
Esta otra brocha también es de mango corto, es para aplicar el colorete. Su pelo es mucho más negro que las dos anteriores y a mi parecer algo más suave, por lo que su paso por las mejillas es mucho más agradable.
Los pinceles de Chanel
Ahora os voy a hablar de los pinceles que son sin duda lo mejor de esta manta. Si bien las tres brochas anteriores se ven que son muy buenas, no se caen los pelos o están muy bien tupidas sí encuentro el problema de que para mi piel son algo fuertes por lo que me quedo sin duda con los pinceles.
Voy a empezar con el pincel biselado, este pincel sí que es suave, tiene la consistencia suficiente pero sin ser demasiado tieso para poder aplicar con precisión el producto ya que principalmente es para realizar líneas. También permite trabajar bien las cejas. Con este pincel estoy contenta.
Este pincel que os muestro en la imagen superior es sin duda el pincel estrella para mí, es de una suavidad extrema, con mucha flexibilidad pero sin perder firmeza por ello se consigue aplicar las sombras o difuminar de forma muy fácil y agradable.
No sé si os habrá pasado alguna vez pero hay pinceles de ojos que son tan duros que hacen hasta daño cuando te difuminan, así que este pincel me encanta por su suavidad.
Y por último llegamos al pincel de los labios, que también destaca por ser muy suave y flexible. Termina algo en punta para poder llegar a las zonas más difíciles como las comisuras.
Lo mejor es la increíble flexibilidad sin llegar a ser demasiado blando ya que nos podría dificultar la aplicación del producto. En cambio este pincel al ser consistente hace que sea más fácil.
En definitiva, un 10 a los pinceles, por suavidad y flexibilidad. Las brochas me han dejado menos convencida, pero evidentemente cada piel es un mundo, aunque por nombre y precio se puede pedir algo más.
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