Nunca está de más conocer una manera de tratar de evitar que las pieles sensibles sufran más de la cuenta. Las rojeces en el rostro junto con la cuperosis se pueden tratar con una loción casera hecha con lechuga, ayudará dentro de lo posible a tratar a evitar que los pequeños capilares de nuestro cuerpo se rompan más de lo habitual.
Hierve una lechuga con un litro y medio de agua mineral, la cocción debe ser a fuego muy lento, al menos dos horas. A continuación filtra la loción y consérvala en un pulverizador aplicándotela por las mañanas y por las noches con el rostro bien limpio. Las propiedades de la lechuga calmarán tu rostro y su riqueza en potasio favorecerá la elasticidad de los capilares de tu piel.
La piel seca, fina y clara son muy propensas a sufrir cuperosis y rojeces, nunca bajes la guardia y así evitarás que tengas más recaídas de la cuenta.
Imagen | Gato Azul en Flickr
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