Las uñas amarillas por esmalte tienen remedio: cuatro trucos fáciles con los que volver a presumir de manos

Si preguntase, seguro que más de una en la sala ha tenido este problema en alguna ocasión. Y es que cuando usamos esmaltes muy pigmentados, el día que nos los retiramos descubrimos que nuestras uñas se han vuelto a amarillas y no sabemos qué hacer . Pues bien, como también hemos pasado por ello en alguna ocasión, aquí os traemos la solución  a este problema que es más habitual de lo que parece.

A mí me ocurrió una vez con un precioso esmalte rojo y el disgusto que me llevé cuando, al retirarlo, vi que mis uñas se habían teñido, fue máximo, así que me puse a buscar remedios hasta que mis uñas recuperaron el tono normal.

Así, el primer y mejor truco que os voy a dar es la prevención. Sí, la mejor forma de evitar que nos pase es usar una prebase antes de aplicar un esmalte de uñas y más si se trata de esos que son muy pigmentados, de colores fuertes.

A mí, personalmente, me gusta usar prebases que, a la vez, sean tratamiento como el reparador  Pro'Expert de Vitry. Me funciona genial y, además, me ayuda a endurecer las uñas, a que no se me abran, ni se me rompan y se puede aplicar esmalte encima. Es muy recomendable, no os exagero si os digo que llevo más de 10 usándolo y no lo cambio. Su precio es de 9,99 euros.

Sin embargo, si el daño ya está hecho, aquí os dejo tres remedios caseros que podéis usar y que, espero, os sirvan de ayuda:

• Pasta de dientes blanqueante: Con un cepillo de dientes, aplicamos una capa generosa de pasta de dientes blanqueante y vamos frotando de forma suave.
• Bicarbonato: Si mezclamos bicarbonato con un poquitín de agua, formando una pasta, lo podemos aplicar de la misma manera que la pasta de dientes, con un cepillo, pero teniendo más cuidado si cabe en no frotar con mucha fuerza para evitar que se rayen. En este punto, también podemos encontrar la alternativa de mezclar con agua oxigenada en lugar de agua normal.
• Limón: Y por último, tenemos la opción de cortar trozos de limón y pasarlos directamente por las uñas o sumergirlas en el zumo del mismo. Ambas opciones ayudarán a blanquear.

Lo normal es que estas cosas funcionen, sin embargo, habrá casos en los que el pigmento haya calado hondo y la única solución será dejarlas crecer por completo hasta que desaparezca de forma natural, por lo que, nuevamente os diré que la prevención es la clave de todo.

En esos casos en los que no salga el tono amarillo, siempre podremos acudir a cosméticos para disimular la decoloración como el Mava-White Blanqueador de Mavala (12,83 euros) que actúa como un neutralizador de tonos y oculta el aspecto antiestético de las uñas manchadas y apagadas, a la vez que les da una apariencia natural.

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Foto de Giulia Bertelli en Unsplash

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