Con la piel de gallina y aún emocionada, he dejado pasar un día para hacer este post. Ayer asistí a la presentación para los medios de la película Flor del Desierto, protagonizada por la modelo Waris Dirie, super modelo y embajadora de la ONU en la lucha contra la mutilación genital femenina.
Waris fue la primera mujer que habló públicamente contra la mutilación genital femenina en una revista, Marie Claire. Y alzó la voz contra una crueldad como es la ablación del clítorix. Normalmente en Arrebatadora hablamos de belleza en términos de cómo sentirnos más guapas, vernos mejor, moldear nuestra figura, pero cuando una top model como Waris te habla mirándote a los ojos y te cuenta cómo con tres años impidieron que se desarrollara como mujer, ¿qué puedes hacer? ¿Decirle que este tema tan íntimamente femenino no nos atañe?
Pues intentar que no se note la emoción, y aguantar las lágrimas ante un relato estremecedor: la mutilación genital femenina la dejó con tres años marcada: sin clítoris, sin labios mayores, con una cicatriz como único órgano genital y con un agujero del tamaño de una cerilla para que orinara y menstruara. Y no os hablo de los dolores e infecciones.
Y pese a su relato, desprende luz, sus ojos brillan, y tiene una frase que repite constantemente: “lo que hay que buscar es paz y amor, y respeto”.
Ayer estuvo ante una sala llena de periodistas, no sé si más duro que hablar ante la ONU sobre esta agresión de género, y llegó a cara lavada. El pelo muy cortito, como veis en la imagen principal, que contrasta con el look que su alter ego, Liya Kebede, luce en la película: unos rizos geniales. Y guapa, guapísima, porque la modelo y actriz de pequeños papeles (hasta ahora) borda la emoción, conquista con la sonrisa y te transmite con una claridad brutal lo que una grandísima parte de las mujeres en el mundo sufren.
¿Es un tema arrebatador? Rotundamente sí. Bellezas espectaculares, cierto, pero con una historia detrás que es la que las motiva. Ella ni siquiera sabía que era guapa, que tenía ángel, que su perfil iba a impactar en todas las pasarelas internacionales… ella sólo pensaba que “dejarse hacer fotos tiene que ser mejor que fregar“. Y vaya si su vida cambió.
Embajadora de la ONU, autora de tres libros en español donde cuenta su vida de niña nómoda en Somalia, su llegada a Londres, su vida sin conocer el idioma, sus proyectos para ayudar a otras mujeres que hayan sufrido esta atrocidad (no víctimas, simplemente mujeres como dice ella).
Sus numerosos premios por su valentía: en 2004, Premio Mundial de las Mujeres; en 2005, Premio Obispo Óscar Romero; en 2000, Premio Mujer del Año de la revista Glamour; en 1999, Premio África del gobierno alemán; en 2007, Caballero de la Legión Francesa y primera mujer en recoger el Prix des Generations; en 2008, primera mujer en recibir la Medalla de Oro Martin Buber; en 2009 Premio My Way, el primero fue Nelson Mandela, y Premio Hope por su lucha por el respeto de los derechos humanos.
Os dejo con una frase que dijo ayer y me encantó: “Decidí que quería otra vida, estoy aquí hoy y es fantástico. No sé que voy a hacer mañana, pero este problema es fácil arreglarlo entre mujeres, entre nosotras nos entendemos. Sé lo que quiero y lucho por ello, paz y amor“. Gran parte de lo que nos pasa es actitud, totalmente cierto.
Si Waris Dirie no es una mujer arrebatadora…
PD, siento la emoción, pero es que la historia es espectacular.
Más Información | Flor del Desierto, Fundación Waris Dirie
En Trendencias | Liya Kebede