Aunque no soy muy proclive a probar productos que, supuestamente, hacen maravillas, esta vez compré el brillo Watershine Elixir, de Maybelline, un gloss de nueva aparición que promete aumentar el volumen de tus labios. Según la publicidad, tiene una alta concentración en pigmentos y un compuesto de aceites que producen un color intenso, gran brillo y efecto visual de labios más carnosos. Además el aplicador es bastante ingenioso e impide que el gloss se derrame, puesto que lleva pequeños orificios por los que sale el producto justo cuando se gira el envase, que, por cierto, es muy chic.
Cuando lo aplicas tiene un efecto mentolado, aunque la primera impresión es un olor a fruta cítrica. Se extiende muy bien y dura mucho, y realmente tiene el efecto deseado, de forma muy similar al brillo volumen de Clarins, aunque mucho más barato. Existe una gran variedad de colores, desde tonos nude hasta tonos frambuesa. El brillo queda muy bonito en los labios-y sí, muy brillante, tal y como promete-y además, efectivamente, da un efecto volumen a los mismos.
Sólo tiene una pega: como todo este tipo de productos, si tienes los labios sensibles te comenzarán a picar a los 2 ó 3 días de usarlo, por lo que es conveniente usar cacao labial debajo.