He tenido el pelo rizado durante toda mi vida, solo que durante un tiempo no lo sabía. Y es que mi madre - la mujer con el pelo más liso que hayáis visto en vuestra vida - me cepillaba los rizos y el resultado era un pelo bastante feo encrespado que no era ni liso, ni rizado, ni nada. La culpa, por supuesto, no era de ella. La mujer no se había enfrentado nunca a un pelo rizado y no sabía cómo tenía que tratarlo.
Esta historia, que a las chicas con pelo liso les sonará a chino, no es solo mi historia, sino la de muchas chicas con pelo rizado de nuestro país. "El 73% de las mujeres españolas tienen el pelo rizado u ondulado" según nos cuenta, Aída (@curlytinkerbellme), una de las mujeres miembro de la comunidad rizada - o curly - de Instagram con las que hemos hablado. Y a pesar de esos datos, no las vemos por la calle y, mucho menos, en televisión, cine o música.
Los rizos fuera del canon de belleza
Una vez pasados los años 80, momento en el que los rizos - e incluso las permanentes - estaban de moda, dejamos de ver mujeres con pelo rizado en los medios. En algunos casos, como en el de Felicity o el de Carrie en Sexo en Nueva York, las protagonistas empezaban jóvenes, desenfadadas y con su pelo natural rizado. Sin embargo, según van madurando - y pasando los años - acaban teniendo el pelo liso.
En el último año tanto Dear white people como Nappily ever after han tratado en sus tramas aspectos relacionados con la dificultad de la sociedad para entender el cabello rizado como un cabello elegante, serio o "arreglado" incluso entre poblaciones afroamericanas donde el porcentaje de cabello rizado es muy alto. En estas tramas las mujeres nos cuentan como han sentido que estaban obligadas a alisarse el pelo para entrar en el canon de belleza establecido y ser tomadas en serio por lo que se lo alisan o usan pelucas.
Todo esto implica, entre otras cosas, que existe una serie de mujeres - especialmente mujeres blancas - de pelo rizado, que hemos crecido sin un referente o un modelo a seguir para nuestro pelo. Además de sin saber cómo cuidárnoslo, qué productos debemos usar, qué necesidades diferentes al pelo liso tiene y, por supuesto, alisándonos el pelo para encajar en el canon de belleza a nuestro alrededor. Esto es lo que marcaba la moda, pero entonces llegó Instagram.
Internet y las redes sociales nos han ofrecido la oportunidad de acercarnos virtualmente a personas de otros países. Instagram, de repente, nos ha dado la oportunidad de descubrir a un montón de mujeres - en su mayoría afroamericanas - que mostraban cómo cuidaban su cabello y las maravillas de lo que se conoce como el "método curly girl". Este método busca enseñar a las mujeres rizadas las necesidades de su pelo y cómo cuidarlo, pero también a aceptarse tal y cómo son y a apreciar sus rizos.
Poco a poco, esta comunidad se ha ido extendiendo también a otros países y ha llegado a España. En este momento, existe en Instagram una comunidad de mujeres rizadas que están aprendiendo a quererse con su pelo natural y promoviendo un movimiento "pelo positive" al mismo tiempo que aprenden trucos para cuidar su cabello. Entre este grupo de mujeres se encuentran María Llanos (@llanosbs), Aída (@curlytinkerbellme), Gloria (@glorirovi) y Gloria F. (@gloferrer). Todas ellas cuentan con miles de seguidores y hemos hablado con ellas para que nos cuenten parte de su experiencia.
El movimiento "curly" como body positive
Añadido a la dificultad que supone, sobre todo a cierta edad, no tener unas referencias claras con las que identificarte, se une el hecho de que muchas personas con el pelo rizado tenemos una experiencia común: las críticas, rechazo u opiniones sobre nuestro pelo.
Hablando con Llanos, Aída, Gloria y Gloria F., todas ellas me cuentan experiencias similares: "cuando yo era adolescente no existía ningún referente para mi de cabello rizado, todas mis amigas lo tenían liso y yo era la rara en lo que al cabello respecta" dice Llanos. Esto, junto con los comentarios negativos, le llevo a alisarse el pelo durante toda su juventud "estaba cansada de los típicos motes como "pelo polla", quería poder peinarme como mis amigas así que en cuanto pude comprare unas planchas comencé a alisar mi pelo, tardaba una hora en hacerlo y yo me veía muy bien".
Aída me cuenta también como en el colegio le llamaban "Elektra" o "pelo espagueti" y eso me trae el recuerdo de que a mí en el colegio me llamaban “Medusa” también por mi pelo rizado. Gloria, por su parte, me cuenta como este tipo de comentarios no son exclusivos a la adolescencia "hace bien poco un vecino me vio en la escalera y me dijo que parezco Krusty el payaso".
Gloria F. recuerda como en su instituto no se veían pelos rizados además del suyo “no se veían melenas rizadas. Recuerdo a una compañera dominicana. Me dolía ver sus súper rizos escondidos en una melena lisa. Pero la “rara” era yo. A mí también me empujaban a cambiar mi pelo pero me mantuve firme. Me encantaban los rizos”. *
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Ella diferencia de las demás, nunca se ha alisado el cabello, pero ha tenido que enfrentarse igualmente a los prejuicios “recientemente tanto en una entrevista de trabajo, como en un trabajo me pidieron que me peinara (entendí que peinarse era llevar el cabello como lo lleva la mayoría de la gente, liso). No me creía lo que me estaba pasando. Solo pude decirles que esa era yo y que ese era mi pelo. Que me sentía discriminada y que de los rasgos físicos de las personas no debería depender optar o no a un puesto de trabajo”.
Aída describe bien lo que muchas mujeres de pelo rizado han sentido "yo nunca me había sentido segura con mis rizos. Cuando eres joven te afecta la imagen que se tiene del pelo rizado. Parece que se trata de un pelo desaliñado, poco elegante”. Gloria cuenta cómo en alguna ocasión, caminando por la calle con Llanos o entrando a comer en un restaurante "la gente se ha dado la vuelta a mirarnos más que descaradamente".
La falta de información sobre cuidados de rizos
Casi todas ellas han pasado por procesos de desrizados químicos, o alisados con planchas que en un momento u otros les quemaron el pelo. Con el tiempo, y por diferentes motivos, decidieron dejar de alisarse el cabello o empezar a prestarle un cuidado especial. Algunas porque no querían seguir renegando de sus rizos, como es el caso de Llanos, o por el daño que los productos incorrectos les hizo a su pelo les llevó a buscar nuevos métodos como a Gloria. En otros casos es porque algo hace "click".
“Me hizo el click en África. En este país no aceptan su cabello (rizado) y se lo rapan o usan pelucas”. Allí fue cuando se dio cuenta de lo importante que era quererse tal y cómo era, con sus rizos. "“Llega un momento en el que dices “se acabó”.
Lo que todas tienen en común es que, a la hora de encontrar información para cuidar su cabello, recuperar sus rizos y sacarles el mayor provecho se dan cuenta de que en nuestro país no hay a penas información al respecto.
"Por aquel entonces solo pude encontrar a chicas que vivían en EEUU o en latino américa como Sunkis Alba o Frizzydesi" me cuenta Llanos. La experiencia es común a todas "me puse a buscar información y lo que encontré eran chicas americanas, afroamericanas y brasileñas mediante las cuales descubrí el método Curly Girl" comenta Gloria. El problema, para todas, una vez encontrada la información, era conseguir aplicarla: "estaba el inconveniente de que todos aquellos productos que mostraban no estaban mi alcance puesto que en España no existían ni la mitad" me dice Llanos, pero todas ellas comparten esa experiencia.
Las peluquerías tampoco ayudaban tal y cómo cuenta Aída "en las academias de peluquería no tienen información sobre cómo tratar el pelo rizado". Una de las particularidades del pelo rizado es, por ejemplo, que se debe cortar en seco. Jamás, en mis 31 años de vida me han cortado el pelo en seco.
Este es uno de los motivos por los que no solo yo, sino muchas personas con el pelo rizado, preferimos no ir a la peluquería y Gloria F. lo explica bien desde su experiencia “ir a la peluquería significaba un calvario para mí. Tendían a alisarlo y lo odiaba. Deseaba llegar a casa para lavarlo y volver a ver mis rizos. Recuerdo la última vez que fui a la peluquería, tenía 16 años, no he vuelto”.
Gloria nos cuenta el motivo por el que nuestros rizos nunca son los mismos cuando pasan por la peluquería "lo lavan con productos que no son adecuados, lo cepillan mucho, lo secan con una toalla normal y aplican productos que no sirven para rizos. Nuestro pelo es el gran desconocido". Ella me cuenta como en alguna peluquería están pidiéndoles ayuda para aprender "en alguna ocasión me han dicho que no quieren que se les vaya ninguna chica rizada más con el pelo mojado a su casa".
Con este panorama, todas ellas empezaron a compartir sus avances, aprendizajes, descubrimiento de productos y técnicas de definición en sus perfiles de Instagram y/o canales de Youtube desde hace aproximadamente un año. Así nos acercaron a las rizadas españolas un mundo nuevo lejos de champús con sulfatos, espumas y gominas llenas de alcohol. Y con ello, nos abrieron las puertas a querer y cuidar nuestro cabello natural con todos sus rizos.
La comunidad rizada en Instagram
Poco a poco, gracias a ellas y a otras instagramers que han venido después, la comunidad rizada ha ido creciendo cada vez más. Por poner un ejemplo, las cifras de seguidores de algunas de ellas rozan o superan los 10.000 seguidores e incluso más.
Aída, Llanos y Gloria juntas han montado Piña rizada (@pina_rizada), un club de rizos en España, con el fin de enseñar a mujeres españolas a cuidar su cabello, pero también a quererse. “La finalidad era animar a las personas a que se quieran, porque si no el proceso no sirve de nada. La belleza no es lo que imponen, sino lo que tú ves en el espejo cuando te amas” nos cuenta Aída.
Las tres dedican parte de su tiempo - y de su perfil laboral - a llevar a cabo sesiones de curl coaching por separado o bien como parte de las actividades de Piña rizada, además de compartir todos sus conocimientos y consejos por medio de sus perfiles de Instagram. Pero también les ofrecen a sus seguidoras la posibilidad de verse bonitas y gustarse con su pelo natural, quizás por primera vez en su vida.
"En los curl coaching se nos ponen a llorar. No les dejamos verse hasta que hemos terminado y más de una se emociona cuando se ve. Verte guapa y que te guste lo que ves y te guste tu pelo que hasta ahora siempre has odiado es muy emocionante" nos cuenta Gloria.
Además de una reorientación laboral en algunos de los casos, las tres están de acuerdo en que la comunidad rizada de Instagram les ha permitido conocer a mucha gente, "he encontrado una pequeña familia y muchísimo apoyo, gente con experiencias comunes a las mías" tal y cómo me dice Llanos. Gloria se refiere también al apoyo y empoderamiento entre mujeres "hay un apoyo y una admiración que me tiene fascinada. Existe mucho cariño y mucho respeto entre nosotras". *
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Todas ellas hablan también de cómo han cambiado y de la confianza y seguridad en sí mismas que estar en esta comunidad les ha aportado "ganas mucho en autoestima" asegura Gloria. "Ahora estoy mucho más segura de mi misma y me siento parte de algo grande" me confirma Llanos. Aída lo resume en una frase emocionada "me he pasado media vida cambiado de peinado intentando verme guapa y, al final, nunca me había sentido tan bonita y tan segura como desde que llevo mi pelo rizado”.
Es ella quien me resume por qué es importante la existencia de esta comunidad y lo que pretenden conseguir "no se trata de imponer un nuevo canon de belleza, sino de permitir que las mujeres que tienen el pelo rizado u ondulado se quieran tal y cómo son, sin sentir que tienen la necesidad de cambiar su pelo para encajar. Por primera vez en mi vida soy yo de verdad. Ya no pretendo ser otra. Ser yo es lo mejor que me ha podido dar Instagram. He aprendido a quererme y respetarme”.
Imágenes | Gtres, Sexo en nueva York. Nappily ever after, Dear white people, Netflix
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