Ana Obregón habla por primera vez de la llamada telefónica que recibió de Aless Lequio tras su fallecimiento: "Parece de locos"

Cada vez que Ana Obregón abre la boca sube el pan. Es un hecho. Te puede gustar más o menos, o estar a favor o en contra de sus decisiones, pero TODOS estamos de acuerdo en que la presentadora sabe mantenernos enganchados a sus peculiares devenires. Y es que fue hace escasas horas cuando tuvo lugar el acontecimiento que toda la ciudadanía nacional esperaba desde que llegó al mundo su hija-nieta Ana Sandra: la primera rueda de prensa de Anita en Madrid.

Con motivo de la presentación de su libro, 'El chico de las musarañas', que comenzó a escribir su hijo Aless Lequio antes de su fallecimiento en mayo de 2020, la actriz se plató frente a los reporteros dispuesta a contestarlo todo. Tal fue su nivel de sinceridad, que no tuvo reparos en relatar una anécdota ¿fantasmagórica? de la que fue testigo a los meses de la pérdida del joven.

Obregón había quedado con la editorial para parlotear sobre la edición de la citada obra, que por entonces no contaba con su total aprobación, cuando ocurrió la escena: "Yo llegué de enterrar a mi hijo no quería vivir. Pero, poco a poco, empecé a pensar 'si él no está aquí, lo que él quería hacer lo tengo que cumplir yo'. Y sabía que estaba su texto, así que empecé por eso. Entonces decidimos publicar el libro. Pero en la primera reunión que tuvimos para formalizar el tema, yo no estaba convencida", comienza a decir la actriz.

"No sabía si tenía fuerzas para hacerlo, porque tenía que revivir momentos profundamente dolorosos", añade. Una vez en el encuentro, Ana vivió lo impensable: "Cuando llegamos a esa comida, pongo mi móvil sobre la mesa. Y, de repente,  comenzó a sonar. Miro y la llamada era de Aless... Sí, de Aless. Dije 'esto es una señal'", confiesa la yaya ye-ye,. Testimonio corroborado por su editora que lo presenció en directo: "De verdad, decía 'Aless llamando'... Y nos preguntamos cómo era posible, si su móvil estaba guardado en un cajón", comenta la última.

Fue ahí cuando Obregón recibió el estímulo necesario para seguir adelante con el libro: "Yo sé que parece de locos... Si yo llego a contar esto aquí sola... No sé. Pero me han pasado muchas cosas. Muchas señales. Yo he leído todo lo que se puede leer para escribir este libro. ¿Vosotros sabéis que el ser humano es todo energía? Y la energía no se muere, se transforma... ¡Entonces las almas son eternas! Mi hijo también escribió 'la vida es magia' y lo del móvil es una señal que me llegó", sentencia.

Fotos | Gtres

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