Han pasado ya varios años desde que Cristina y doña Letizia protagonizaron esta disputa. Corría el año 2005 y Ortiz, por aquel entonces embarazada, residía en Zarzuela junto a su marido y los padres de este. La infanta, felizmente casada con el hombre que años más tarde la engañaría, le pidió un favor a su cuñada con motivo del bautizo de la pequeña Irene. A raíz de aquello, surgió el conflicto.
La relación entre Letizia y su familia política nunca ha sido buena. En palacio no vieron con buenos ojos que el heredero se enamorase de una plebeya divorciada, y aunque no pudieron hacer nada para evitar el casamiento, nunca ocultaron su desprecio hacia la actual reina. Doña Sofía, en unas Navidades, le envió a su nuera un regalo envenenado.
Las infantas miraban por encima del hombro a aquella presentadora de informativos. No lograban entender cómo su hermano, el futuro rey, pudiera haberse encaprichado con alguien de una clase social inferior. No les quedó más remedio que asumirlo, pero las diferencias siempre estuvieron ahí. A día de hoy, la relación está muerta. Vimos a Letizia en el cumpleaños de doña Elena, pero todo formo parte del 'postureo' obligado para aparentar felicidad.
Letizia y la infanta Cristina
En el pasado, las diferencias ya eran evidentes. Cuando Irene Urdangarin pasó por la pila bautismal, allá por el 2005, Cristina le pidió a Letizia que alojase en Zarzuela a los padres de Urdangarin. La entonces princesa se negó en rontundo: "Yo estoy embarazada y no me encuentro bien. No lo quiero tener en casa", sentenció, tal y como recuerda Pilar Eyre en una de sus crónicas.
Aquel gesto "contribuyó a que Letizia rompiera con sus cuñadas" y también desembocó en una pequeña crisis matrimonial. Al parecer, "Felipe también se enfadó" por la decisión unilateral que había tomado su esposa.
Fotos | Gtres
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