Ha salido el gordo. Mientras Alejandra nos vende una vida idílica junto a su amado Constanzia, los vecinos de su edificio confirman todo lo contrario. Al parecer, la hija de Terelu y su chico pasan el día entre gritos. La convivencia no es fácil y son la comidilla en su urbanización. Tal y como ha desvelado Kiko Hernández, "las voces" se escuchan por los rellanos.
Alejandra dice ser una mujer feliz e independiente. Asegura tener una economía saneada y un novio al que adora. Carlo, aunque se niega a pronunciarse ante la prensa si no hay dinero por medio, también dijo en 'De Viernes' que está loco por su chica. Para sorpresa de todos, sus vecinos opinan lo contrario.
"Me han dicho que están todo el día a la gresca", ha dicho Hernández en Ten. "A mí me han escrito tres vecinos que no pueden más con las voces. Sobre todo con las de él. No es bueno estar todo el día gritando a una persona que espera un bebé", sentenciaba Kiko.
Alejandra Rubio y Carlo Constanzia en De Viernes
A juzgar por las palabras del tertuliano, las cosas no parecen ir bien entre los futuros papás. Alejandra, en cambio, da la imagen contraria cuando aparece en pantalla. Asegura que la relación va viento en popa y niega cualquier crisis entre ambos. En Instagram también demuestra que su amor es de película.
Fotos | Telecinco
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